En los cinco registros realizados, los agentes se han incautado de un total de 1.500 plantas de marihuana y 15 kilogramos de cogollos en las tres plantaciones ubicadas en estos municipios, que estaban ocultas en viviendas. A los detenidos se les imputan los delitos de tráfico de drogas, cultivo de marihuana, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal, según ha informado el instituto armado en un comunicado.
La Guardia Civil de El Campello realizó el pasado viernes cinco registros en las localidades de Altea, Calpe, Benidorm, La Nucía y El Campello, como fase final de una operación que se inició en marzo, después de que se localizara un grupo criminal supuestamente dedicado al tráfico de drogas en la zona.
Tras dos meses de investigaciones, los agentes averiguaron que se trataba de una red de origen lituano supuestamente formada por seis personas, que estaba perfectamente asentada en la provincia de Alicante.
El presunto líder de la trama, un hombre de 37 años residente en un chalé de lujo de Altea y con un alto nivel de vida, presuntamente realizaba las labores de dirección del resto de componentes y gestionaba los recursos de abastecimiento para la realización de la actividad. Durante el registro realizado en su domicilio, la Guardia Civil halló ropa de primeras firmas, relojes de alta gama y numerosas piezas de alta joyería.
La persona considerada su mano derecha y familiar residía también en un chalé de un residencial en la localidad de Calpe. Su función era supervisar la labor que realizaban los cuidadores en los cultivos. El resto de la banda realizaba labores de custodia y cuidado de las plantaciones que han sido desmanteladas por los agentes.
En El Campello los agentes localizaron una plantación de grandes dimensiones en un chalé, de una zona aislada, por el que la banda abonaba un alquiler mensual de 3.000 euros y en el que los autores habían recolectado recientemente la cosecha.
PUERTA OCULTA
La plantación de La Nucía fue localizada tras una puerta oculta a la que se accedía desde un armario y contaba con un sofisticado sistema de refrigeración para evitar ser detectada desde el exterior. Además de una sala con una plantación, los agentes encontraron once kilogramos y medio de cogollos secos y embolsados, dispuestos para la venta.
Por último, en Benidorm fue desmantelada otra plantación, situada en el sótano de la vivienda, repartida en dos salas, y al igual que las anteriores, contaba con una infraestructura de ocultación y refrigeración muy efectivas. El resto de registros se llevaron a cabo en los domicilios del cabecilla y su mano derecha, tanto en Altea como en Calpe respectivamente.
Los seis detenidos han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Alicante y han ingresado en prisión, cuatro de ellos sin fianza.
