La Unidad Pedagógica del Hospital Dr. Balmis de Alicante ha comenzado un nuevo curso escolar con el impulso de las actividades deportivas, culturales y tecnológicas.
El secretario autonómico de Sanidad, Francisco Ponce, ha visitado el aula y ha destacado que “el principal objetivo de la pedagogía hospitalaria es garantizar que los estudiantes continúen recibiendo una educación de calidad durante su estancia en el hospital y garantizar su bienestar emocional, de modo que no se vean afectados negativamente en su desarrollo académico, personal y social”.
A esta visita también han asistido las directoras generales de Innovación e Inclusión Educativa y de Formación Profesional de la Conselleria de Educación, María del Rosario Escrig y Marta Armendia, respectivamente, así como el director territorial de Educación en Alicante, Juan Antonio Castaño.
Por su parte, la directora general de Inclusión de la Conselleria de Educación, Charo Escrig, ha resaltado la labor que se realiza en los hospitales. “Hay menores que no pueden empezar el curso en un centro escolar por diferentes patologías. Percibir el entorno hospitalario como un centro donde pueden estudiar y donde se sientan apoyados y reforzados emocionalmente es fundamental y por eso el trabajo de las unidades pedagógicas es tan relevante”, ha señalado.
En esta visita han podido conocer las principales líneas estratégicas que la Unidad Pedagógica Hospitalaria (UPH) tiene preparadas para este curso. Sus docentes están elaborando nuevos proyectos que giran en torno a tres grandes bloques: la cultura, el deporte y las nuevas tecnologías.
Precisamente, el Aula Hospitalaria acogía este lunes una actividad de cuentacuentos en inglés, en el marco del convenio de colaboración que mantiene con la Concejalía de Cultura del consistorio alicantino, cuya representante, Nayma Beldjilali, ha visitado también la Unidad Pedagógica. Todos ellos, acompañados por el gerente del Departamento de Salud Alicante-Hospital General, Francisco Soriano, el director Médico, Luis Mena, y la directora de Enfermería, María Remedios Yáñez.
Educación integral
“Desde el aula fomentamos la educación integral, no solamente educativa, sino también emocional y social, para que nuestros alumnos, pacientes pediátricos ingresados o en tratamiento activo no dejen ser niños y adolescentes y puedan tener una vida lo más completa posible a pesar de la enfermedad”, subraya la coordinadora de la UPH, Marisa Ibáñez.
Es por ello que, como precisa Ibáñez, el aula continúa introduciendo proyectos, principalmente en las áreas mencionadas. “En estos momentos estamos a punto de realizar el quinto calendario solidario con el Parque de Bomberos de San Juan. Es una actividad cultural y también de cohesión social, porque supone la implicación de las “Familias de la UPH” y de los pequeños. Pasaremos un día de convivencia durante la sesión de fotos y lo hacemos para recaudar fondos para el aula y también porque los niños lo disfrutan muchísimo, como así ha sido en las cuatro ediciones anteriores”.
La cultura va a seguir presente en el aula de la mano de diferentes entidades, entre ellas la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Alicante y el MARQ, a las que se van a sumar otras nuevas este año. La colaboración “lúdico-recreativa” a través de diferentes ONG como PayaSOSpital, Aspanion y asociaciones como Llaves de Libertad es fundamental también para dinamizar las actividades en el aula y ayuda a los pequeños a romper con el aislamiento y la rutina.
En lo que respecta al ámbito deportivo, “y siguiendo las recomendaciones que nos hacen los profesionales sanitarios, con quienes estamos en permanente contacto, estamos trabajando en una iniciativa que daremos a conocer próximamente, para que los menores puedan realizar actividad física adaptada a sus necesidades y mejorar de este modo su salud mientras están en tratamiento”, explica Jesús Soriano, uno de los cuatro docentes del aula.
Asimismo, Soriano apunta que, gracias a alguna experiencia previa, “estamos en proceso de incluir en la programación del aula talleres y actividades enfocadas a las nuevas tecnologías, como pueden ser la robótica, la impresión 3D, etc., algo que cada vez es más demandado por nuestros alumnos y sus familias”.
El dinamismo de este equipo de docentes ha desembocado este año en que la UPH fuera el germen de la creación de la Asociación Charlie, entidad que contribuye con diferentes acciones al bienestar de menores con cáncer, fomentando específicamente la investigación en torno al Sarcoma de Ewing, en honor de Carlos Sarriá, joven influencer y alumno del aula que falleció el pasado año. Asimismo, persigue mejorar la estancia de los niños ingresados, aportando mejoras en la dotación de medios tecnológicos y educativos del aula.
Llevan 29 años dando clases
La UPH, ubicada en la quinta planta, está en funcionamiento desde hace 29 años, por lo que está a punto de cumplir las tres décadas de trabajo, y tiene por objetivo que los niños, niñas y adolescentes con enfermedades de larga duración que no pueden ir a su colegio o instituto tengan la oportunidad de continuar el curso desde el hospital, incluyendo también en sus actividades lúdicas y educativas a los pequeños con estancias hospitalarias más reducidas.
En este hospital es, además, un lugar de encuentro para padres, madres y pacientes, que se acaba convirtiendo en una segunda familia.
La UPH cubre cada mes las necesidades educativas de entre 150 y 200 niños y niñas, con una media superior a los 20 alumnos diarios.
Las clases tienen lugar en el aula hospitalaria, en las habitaciones de los pequeños que, por diferentes motivos, no pueden salir y también en el hospital de día de Oncología Pediátrica y en la UCI.
Además, cuando las condiciones climatológicas lo permiten, se desplazan al Parque Juanín, un espacio recreativo exterior que se encuentra también en la quinta planta del Hospital y se convierte en una clase al aire libre.
