La Policía Nacional han detenido a un hombre y una mujer acusados del presunto robo de 1.810 kilos de cable de cobre que sustraían de las instalaciones eléctricas de comunidades de vecinos y urbanizaciones de Alicante, Mutxamel, San Vicente del Raspeig y El Campello. Los daños ocasionados han sido valorados en más de 40.000 euros.
Según ha informado la Comisaría Provincial, el varón arrestado contaba con más de treinta años de dilatada experiencia como instalador eléctrico y aprovechaba sus conocimientos, supuestamente, para acceder a las comunidades de vecinos y urbanizaciones. Usaba una llave exclusiva utilizada por los trabajadores del sector y vestido con un ropa de trabajo específica de sus antiguos trabajos para evitar levantar sospechas.
Una vez dentro y con las herramientas adecuadas cortaba los cables que salen del contador hasta las viviendas. Con el fin de obtener la mayor longitud posible de conductor iba a las plantas superiores del edificio, retiraba la tapa que protege el conducto del cableado y cortaba el otro extremo con total seguridad. Después extraía todo el cableado eléctrico que iba desde la acometida de contadores hasta las viviendas.
SABÍA DÓNDE INTERVENIR
Dado su amplio conocimiento como instalador, que le permitía manipular las instalaciones eléctricas sin riesgos, sabía perfectamente qué comunidades o urbanizaciones elegir para su fechoría, en función del beneficio económico que le podría reportar, o qué componentes son los de mayor valor económico y de fácil venta.
En cuanto a las viviendas sobre las que actuaba, nuevamente su experiencia en el gremio de la electricidad, le servía para estudiar el consumo de los contadores eléctricos, detectando aquellas viviendas que no estaban habitadas y por tanto eran más convenientes para sustraer su acometida eléctrica.
El arrestado, posteriormente, vendía al peso en las chatarrerías de la ciudad, el cobre extraído previamente de su aislante, siempre en pequeñas cantidades para no levantar sospechas, contando para ello con la ayuda de la mujer que fue arrestada junto a él.
LAS HUELLAS DELATORAS
La inspección técnico policial realizada por la Brigada Provincial de Policía Científica de Alicante en uno de los lugares afectos, reveló la existencia de huellas, algo que, unido a las grabación de las cámaras de seguridad de alguna de las comunidades de vecinos afectadas, llevó a los agentes a la identificación del detenido como presunto autor de los hechos investigados quien, había vendido durante este año 1.810 kilos de cobre en las chatarrerías, obteniendo un beneficio de 10.858 euros.
Así las cosas, ambos investigados fueron localizados y detenidos cuando circulaban en el vehículo del varón, llevando a bordo del mismo gran cantidad de cable de cobre pelado preparado para su venta y múltiples herramientas. Posteriormente, un registro domiciliario, permitió recuperar más cantidad de cobre procedente, presuntamente, de cableado sustraído.
De este modo, se han conseguido esclarecer 51 robos, habiendo generado unos daños totales en las comunidades de vecinos afectadas por valor de más de 40.000 euros.