La investigación de los hechos fue asumida por efectivos del Grupo de Delincuencia Económica de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Alicante, los cuales, tras las primeras pesquisas, centraron sus sospechas en el entorno de las víctimas.
La primera estafa se produjo a finales del año pasado. La víctima era una mujer de avanzada edad, con principios de demencia, que vivía sola, a la que el individuo llegó a sustraer más de 41.000 euros entre compras online y retirada de dinero efectivo en cajeros. Fue un familiar de la víctima la que dio aviso a la Policía de que un conocido suyo con conocimientos de informática acudía habitualmente a casa de la víctima con la excusa de reparar cualquier dispositivo electrónico.
En la segunda estafa llegó a apoderarse más de 2.000 euros. En esta ocasión, la víctima también era una mujer mayor que conocía al estafador ya que eran vecinos del mismo barrio y sabía que se dedicaba a la informática y reparación de teléfonos.
Por esta razón y dada la confianza, le pidió que fuera a su domicilio para arreglarle unas alertas que le llegaban al móvil. Con la excusa de solucionarle el problema, esta persona le solicitó su documentación y su tarjeta bancaria, lo que aprovechó para obtener todos los datos que precisaba.
Tras investigaciones con las entidades bancarias, y siguiendo el rastro del dinero, los agentes comprobaron que con las tarjetas de las víctimas se habían realizado más de 100 cargos en compras por internet a plataformas online de venta de material informático, artículos de ropa y comida a domicilio, llegando también a realizar suscripciones en canales de televisión de pago.
El detenido, de 37 años y sin antecedentes previos, fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de la localidad de Alicante.