La semana pasada el Ayuntamiento de Madrid presentó la reordenación de los autobuses nocturnos de la capital, conocidos popularmente como búhos, que ya ha entrado en funcionamiento desde este mes de diciembre. Una restructuración que supone, por un lado, reducir la frecuencia de paso a 15 minutos al incrementar la dotación de autobuses durante el fin de semana (pasando de los 148 a los 205 autobuses existentes), la creación de una nueva línea circular nocturna y por otro, la prolongación de ocho líneas de autobuses ya existentes.
Con esta remodelación, Madrid se convierte en la ciudad española con un mayor número de líneas nocturnas, lejos de otras grandes urbes en nuestro país, como Valencia, que cuenta con 23 líneas, Barcelona, que dispone de 20 y Sevilla con 8.
El servicio nocturno de autobuses en el resto de Europa
Este impulso de la EMT (Empresa Municipal de Transportes) sitúa a la capital al mismo nivel, y en algunos casos, incluso por encima de otras ciudades a nivel europeo, ofreciendo una mayor oferta de servicio nocturno de autobuses. Por ejemplo, Roma, pese a tener una población superior a la de la ciudad de Madrid, dispone de una red de autobuses similar (31 líneas) o Moscú, con más de doce millones de habitantes, sólo dispone de 15 líneas nocturnas. Madrid supera a Berlín, ciudad con una población similar pero con una mayor superficie; la red de autobuses de la capital alemana aunque es superior, 49 líneas nocturnas, tiene una frecuencia de paso muy superior, 30 minutos.
La oferta madrileña super ampliamente otras grandes capitales de Europa en el transporte nocturno; es el caso de Viena (24 líneas), Bucarest (24), Oslo (20) o Copenhague (9). Además, en la mayoría de estas ciudades la frecuencia de estos autobuses está entre los 30 y los 60 minutos.
