Según ha explicado este lunes a Efe el director del parque nacional, Carlos Ruiz de la Hermosa, que ha señalado que la situación hidrológica del parque nacional puede tender a mejorar en los próximos meses con el agua que puede llegar a través del cauce del río Guadiana.
A pesar de que el piezómetro que el Instituto Geológico Minero de España (IGME) tiene en los Ojos del Guadiana, en el punto más representativo donde se mide el estado del Acuífero 23, ha descendido en 60 centímetros en un año, el agua ha comenzado a manar en el tramo del río comprendido entre el Molino del Nuevo y el Molino de Griñón.
El cauce aguas arriba del Molino del Nuevo se encuentra seco, incluso hasta el mismo molino, cuando en años anteriores el agua circulaba por este molino, situación, ha dicho, "que es coherente con el descenso del piezómetro de los Ojos del Guadiana".
Sin embargo, ha señalado, en el Molino de Griñón ha empezado a pasar agua desde el 8 de enero y una semana después circulaban ya por ese lugar 120 litros/segundo, según el aforo del IGME.
Este incremento de caudal ha permitido una mejora sustancial del encharcamiento entre el Molino de Molemocho y el Molino de Griñón y un aumento de los niveles, que se ha retrasado este año con respecto a lo que ocurrió en 2018 y 2017.
La entrada del agua en el parque, ha señalado Ruiz de la Hermosa, "es casi inminente y podría producirse en los próximos días", lo que, sin duda, ha indicado, "se puede considerar una buena noticia, aunque los aportes de agua que necesita el parque aún deben ser mayores para garantizar la mejor conservación del ecosistema".
El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, situado en el centro de La Mancha Húmeda, es el último representante del ecosistema denominado tablas fluviales, que se formaba por el desbordamiento natural de los ríos Guadiana y Gigüela.
La última vez que los dos ríos aportaron de conjunta agua al Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, hasta inundarlo por completo, fue en el año 2014.