El lugar donde se encontraba el hombre, era de muy difícil acceso desde tierra. Pese a esto, la patrulla logró llegar a un punto cercano, donde hicieron indicaciones al buceador, quien se aproximó a tierra y entregó el fusil de pesca submarina cargado, para inmediatamente huir a nado.
En la huida, esta persona se deshizo de su cinturón con plomos y las capturas.
Mientras trataban de seguirlo por tierra, los Guardias Civiles, se encontraron con otras dos personas, quienes acababan de salir del agua con el equipamiento completo de pesca submarina, y una bolsa que contenía 1 pulpo, 3 sargos y 2 durdos, por lo que procedieron a su detención y a la aprehensión, tanto del material de pesca utilizado como de las capturas.
Tras poner en custodia de otra patrulla el material y los detenidos, regresaron a la zona, con el fin de seguir buscando al primer pescador, quien fue localizado, escondido en el agua entre las rocas, procediendo también a su detención.
Una vez estuvieron los tres detenidos en el Puesto de la Guardia Civil de Guriezo, uno de sus componentes, preparó su equipo de pesca submarina y se trasladó a la zona donde uno de los detenidos abandonó su equipo y capturas. Tras llevar a cabo diversas inmersiones, logró localizar a unos 6 metros de profundidad, el cinturón y las capturas, que consistían en 6 pulpos, 6 sargos y 6 durdos.
Por estos hechos, las tres personas fueron detenidas por un delito contra la fauna y flora.
Así mismo, fueron formuladas diversas denuncias por infracciones por estar realizando la pesca submarina careciendo de la licencia apropiada, por carecer de seguro obligatorio, por pescar sin boya de señalización, pescar ejemplares por debajo de la talla mínima, exceder del número máximo de capturas y por mantener cargado el fusil de pesca submarina fuera del agua.
Las capturas aprehendidas, que sumaron un total de 7 pulpos, 9 sargos y 8 durdos, fueron entregados en un centro benéfico de la localidad.