Una normativa estricta que responda a un problema que ha de solucionarse desde el gobierno regional aportando las herramientas necesarias a los ayuntamientos afectados.
Por otro lado el alcalde de Laredo Miguel González prefiere esperar a que llegue la norma reguladora comprometida por el ejecutivo cántabro para este verano.
Para el arquitecto Román San Emeterio es difícil "ponerle el cascabel al gato" y aboga por un compromiso en la acción política impulsor de modelos urbanísticos que mantengan el tejido social y comercial.