Se trata de la más alta condena que se ha impuesto a un político de Baleares y de las más altas a un político en el conjunto del Estado.
El "caso Scala" juzgó un presunto desvío de más de cinco millones de euros a través del Consorcio de Desarrollo Económico de Baleares (CDEIB) durante el último mandato de Jaume Matas (2003-2007).
En el marco de esta causa, la Fiscalía Anticorrupción y la Abogacía balear solicitaron 21 años de cárcel para Cardona, si bien fueron un total de 17 personas las que se sentaron en el banquillo de los acusados, entre ellas varios exaltos cargos del Govern.
Además de Cardona, fueron juzgados el exdirector general de Promoción Industrial del Govern Kurt Viaene y la exgerente del CDEIB Antònia Ordinas -que admitieron los hechos en su declaración-, quienes, según las acusaciones, planificaron y ejecutaron actuaciones dirigidas a apoderarse de los fondos públicos y emplear todas las coberturas formales necesarias a efectos de que el expolio pasara desapercibido.