Sucesos

Los forenses confirman que Ana Niculai fue quemada viva dentro del coche

Los dos médicos forenses que han declarado hoy en el juicio a Alejandro Abarca "el Enano" por el asesinato de Ana Niculai han confirmado que la víctima estaba drogada y viva cuando fue rociada con combustible y quemada en el maletero de su coche, y que el acusado no padece ninguna "alteración psíquica".

ondacero.es

Palma | 14.11.2013 00:00

"El Enano" se enfrenta a una pena de 31 años y medio de prisión por el asesinato confeso de Niculai, de 25 años, que murió el 19 de julio de 2010 y cuyo cadáver fue hallado calcinado y maniatado en el maletero del coche de ella en el Camí de S'Amarador de Muro, cerca de la Albufera de Mallorca.

Los forenses han informado de que los análisis clínicos muestran que en el cuerpo de la víctima existen restos de altas dosis de heroína, lo que disminuyó de forma importante sus facultades y su capacidad para defenderse, pero no murió por sus efectos, y que no existen antecedentes de consumo de estupefacientes por parte de la joven.

Uno de los forenses ha concluido que la víctima tardó entre un minuto y medio y dos en morir tras producirse la "rápida combustión" en el maletero del coche, que hizo de "efecto horno" en la cremación del cuerpo, y ha descartado que se produjera una explosión fortuita del vehículo.

La bóveda craneal estaba calcinada, los pies y las manos no se distinguían, el maxilar inferior estaba conservado y en la tráquea se detectaron signos de haber respirado humo, por lo que ha asegurado que estaba viva cuando fue quemada dentro del coche.

Ha especificado que determinadas zonas del cuerpo de la joven fueron rociadas con combustible y que quedó calcinada en su mayor parte, principalmente, porque el maletero estaba cerrado, lo que aceleró la combustión.

El mismo forense ha manifestado que, tras realizar un examen al acusado, no observó "ningún tipo de alteración psíquica que supusiera una disminución ni condicionamiento de su imputabilidad", por lo que entiende que tiene "la capacidad síquica para ser responsable de sus actos".

Ha señalado que sí notó "una cierta reacción ante el hecho de su baja estatura", pero que esto supone "en modo alguno una alteración mental". "Yo le vi perfectamente imputable de sus actos", ha mantenido.

Uno de los peritos ha coincidido con el informe del forense y ha explicado que la imputabilidad supone que el acusado "tiene inteligencia y voluntad suficientes, sabe lo que hace y no tiene ningún impedimento psíquico ni físico", por lo que conoce "las consecuencias" de sus actos.

El perito ha señalado que "el Enano" padece un trastorno antisocial de la personalidad y que muestra "frialdad" y que, en este caso, "intentó de manipular" a los agentes y expertos que lo entrevistaron, y que "seguramente será un antisocial toda su vida". Sin embargo, ha advertido de que "este transtorno no significa que no sea imputable", y ha precisado que no había indicadores previos de que Abarca, con diversos antecedentes penales desde 2000, pudiera cometer un asesinato y menos de las características del que se juzga, que ha calificado de "salvajismo".

Además, el perito ha dicho que la adicción a las drogas del acusado no ha sido determinante en el hecho que se le imputa, sino que "es un síntoma más de su trastorno de personalidad".

Durante el juicio los declarantes han sido preguntados en varias ocasiones sobre la posibilidad de que alguien que hubiera consumido estupefacientes durante tres días seguidos, como afirmó Abarca, pueda conducir una bicicleta en buen estado, como relató ayer una testigo que vio al acusado.

Los expertos han señalado que esto depende del grado de tolerancia del consumidor y del tiempo transcurrido entre el consumo y el acto en cuestión.

Otro perito de la Guardia Civil ha descartado que el cuerpo de la víctima hubiera podido saltar del asiento trasero al maletero como efecto de la explosión del vehículo, como dijo el acusado durante su declaración el pasado lunes.

En la tercera jornada de este juicio, que se espera que concluya mañana, han declarado forenses, peritos, un testigo protegido y varios de los 10 hermanos de la víctima, que han insistido en que Ana Niculai era una persona "responsable" que no fumaba, ni bebía, ni se drogaba y mantenía una relación sentimental estable desde hace varios años.

En el primer día del juicio, Abarca negó ante el tribunal del jurado haber matado a Ana, dijo que mantenía "una relación como de novios" con ella y que se drogaron juntos, a pesar de que cuando fue detenido una semana después del asesinato reconoció el homicidio en el juzgado de Instrucción.

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