Este ciudadano hindú inició los trámites para contraer matrimonio con una ciudadana española de etnia gitana y en ese momento, los investigadores descubrieron que "en realidad la persona que se había personado en ese lugar no era el titular del pasaporte sino un tercero que se hacía pasar por él".
Tras su arresto, por falsedad documental y usurpación del estado civil, se inició la investigación que acabó constatando que dicho enlace y otros que en los últimos años se habían celebrado en Palma y en Marratxí "estaban organizados por la misma persona".
Cabe destacar que la cantidad que los extranjeros pagaban al organizador era de 15.000 euros, y el cónyuge español recibía alrededor de 3.000 euros.
Una vez el extranjero obtenía la correspondiente autorización de residencia como familiar de ciudadano de la Unión se desplazaba su país de residencia donde tras unos trámites quedaba en situación regular.
Debido a esto, el pasado jueves se detuvo a el cabecilla de este entramado, un hombre de nacionalidad hindú y 59 años por un delito de falsedad documental.