Elsa, Vega y Laura llevan varios años como Scouts. Todas tenían antecedentes en sus familias, y saben que cuando no se ha vivido algo así se tiene una imagen distorsionada de lo que es el movimiento escultista. No se dedican a repartir galletitas ni a cantar alrededor del fuego, dicen con ironía, ni tampoco están todo el día de excursión. En sus reuniones hacen muchas cosas, promueven una serie de valores y al final describen ser scout como "una forma de vida". Quien lo vive dentro descubre una especie de familia donde los jóvenes pueden ser ellos mismos y desarrollan su personalidad.
José Ramón es monitor. Nos cuenta que desde los 6 años ya se puede entrar en un grupo Scout. Las actividades son muy variadas y adaptadas a cada edad. También hay salidas a la naturaleza o campamentos (que gustan mucho a los jóvenes), siendo un espacio seguro para ellos y ellas. A veces es difícil llegar a gente nueva por ese desconocimiento. También por la sobreprotección de los padres y madres de hoy en día. Cuesta dejar a los hijos que hagan solos ciertas cosas, nos cuentan.
El sábado 22 de marzo estarán de 11 a 13h en el paseo de Begoña para ser ellos mismos quienes expliquen lo que es el movimiento scout y cómo lo ven ellos.
Aunque hay más de 50 millones de Scouts en el mundo, Asturias es un "poco peculiar". No es una filosofía que haya calado aquí tanto como en otras zonas. Entre las dos agrupaciones que les representan hay 11 grupos actualmente en activo, 4 de ellos en Gijón. Pero en el caso de Keltikhé tampoco les va mal. Son 150 miembros, y tienen lista de espera. Van a celebrar su 20 aniversario con un documental.
