El Ministerio Público sostiene que el acusado mantuvo una relación con la mujer durante unos ocho años, llegando a convivir en el domicilio de ella La relación cesó en noviembre de 2019. Según la Fiscalía, "el acusado, que siempre mantuvo una actitud celosa y controladora con la mujer no aceptó esta ruptura".
Sobre la 1:00 horas del 2 de febrero de 2020, el acusado, después de concluir su jornada laboral en una sidrería de la calle Luis Braile, se dirigió a su domicilio a coger dinero y un cuchillo, que introdujo en una mochila, y abandonó a continuación la vivienda. Como el acusado llevaba tiempo queriendo averiguar si su expareja mantenía una relación sentimental con otra persona, se dirigió hasta un bar del barrio de la Calzada porque unos amigos le habían dicho que ella solía ir por allí. Fue en ese esatblecimiento donde la vio con otro hombre. La esperó, les siguió hasta el domicilio de la víctima y accedió al portal sin que ellos se percataran, y la agredió.
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato de los artículos 138 y 139.1 del Código Penal. Concurre la agravante de parentesco y la de desprecio de género. Y solicita que se condene al acusado a 20 años de prisión, inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena y libertad vigilada durante 10 años, con las siguientes medidas: obligación de estar siempre localizable mediante aparatos electrónicos; comunicar inmediatamente en el plazo y por el medio que se establezca cualquier cambio de domicilio o lugar de residencia; prohibición de aproximarse al hermano de la víctima, así como comunicar con él por cualquier medio; y prohibición de residir en el territorio de la comunidad autónoma del Principado de Asturias.
En concepto de responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal solicita que el acusado indemnice al hermano de la víctima con 60.000 euros, más los intereses legales correspondientes.
