La madre de Emily, la menor de dos años secuestrada en Zaragoza a mediados de mayo, ha cruzado la frontera con Ucrania, a pesar de que la denuncia interpuesta por el padre le impedía abandonar el país. La asociación SOS Desaparecidos, que atiende cada año muchos casos de sustracción parental, considera muy improbable que la pequeña vuelva a España debido a los resquicios legales del convenio de la Haya.
Resquicios legales
Muchos países están adheridos, pero no responden a los requerimientos de devolución de los niños sustraídos por alguno de sus progenitores amparándose en artículos que, según el presidente de la entidad, Joaquín Amills, no dan prioridad a los derechos de los menores, si no a los de los progenitores. Amills considera “vergonzoso” que ese acuerdo establezca la restitución del niño “salvo que quede demostrado que el menor ha quedado integrado en su nuevo ambiente”.
Amills explica que, en el caso de Emily, la madre, a la que se atribuye perfil “sociópata”, no había presentado nunca ningún tipo de denuncia contra el padre de la pequeña. La situación podría complicarse si la niña es trasladada a Rusia, país que no responde a ningún requerimiento de este tipo. Aun así, Amills espera que Ucrania responda a la orden de busca y captura emitida por España.
Incumplimientos
Según la SOS desaparecidos, hay “muchos” niños españoles sustraídos en países como Suiza, que amparan a los progenitores. En cambio, España siempre atiende las órdenes de restitución.