El calor y la escasez de lluvias hacen que las masas forestales sean el caldo de cultivo perfecto de los incendios. Salvo las zonas más altas del Pirineo y el Maestrazgo de Teruel, toda la Comunidad está en nivel rojo de alerta. Este fin de semana han sido extinguidos varios conatos y también un incendio forestal que calcinó dos hectáreas y media en Almonacid de la Sierra.
Los 850 miembros del operativo de SARGA han adaptado su día a día a esta situación. En periodos como el actual, se reduce la formación práctica y los trabajos en el monte son de menor intensidad, ante la posibilidad de tener que hacer despliegues rápidos en el territorio. Cada nivel de alerta lleva aparejadas unas pautas organizativas.
Rubén García, trabajador del operativo y presidente del comité intercentros, advierte de que llevamos unos diez días con altas temperaturas también por la noche, lo que aumenta los riesgos de que prenda la masa forestal seca también por la falta de lluvias. Este año, cabe recordar, también se adelantó al 1 de junio el periodo de máxima activación ampliada.
En el ámbito laboral
Los responsables de SARGA esperan reunirse pronto con los nuevos responsables de Gestión Forestal y Medio Ambiente para avanzar en la profesionalización del operativo. Reivindican tener la categoría de bomberos forestales.
De momento, García valora que el acuerdo alcanzado en abril con el anterior ejecutivo autonómico se está cumpliendo. La plantilla trabajará los 12 meses, cambiaron los turnos de las cuadrillas en verano para mejorar la conciliación y se aumentó el tiempo de contratación de los puestos fijos. Aun así, “hace falta mejorar mucho todavía”.