Para elaborar este Plan de Choque, el Gobierno se ha coordinado con las empresas del sector, que han aportado sus reivindicaciones. Estiman que, a causa de la pandemia, podrían perder entre el 40 y el 50% de su facturación anual, que ronda los 3.000 millones de euros entre alojamientos y restauración. Para hacer frente a esta crisis sin precedentes, demandan que los ERTE se puedan prorrogar más allá del 30 de junio, y que se apliquen moratorias y avales, para facilitar cierta liquidez a las empresas.
El presidente de la Confederación de Empresas de Hostelería y Turismo de Aragón, Luis Vaquer, se ha mostrado preocupado, pero optimista. No cree que los establecimientos vayan a repercutir los costes generados por el Covid-19 a los clientes, sino más bien lo contrario. Por eso, hace un llamamiento al sector para que eviten bajar los precios.
Los empresarios turísticos también reclaman que el Aeropuerto de Zaragoza vuelva a abrirse al turismo extranjero y piden que se permita la movilidad entre países de la Unión Europea. Además, exigen al Gobierno estatal que sea más claro en las indicaciones de la desescalada, para dar certidumbre a los viajeros.