Según informa la Guardia Civil en un comunicado, la investigación tuvo comienzo cuando los vecinos alertaron a los servicios de emergencias de que una mujer se encontraba pidiendo socorro por estar recibiendo amenazas con un arma corta de fuego. Fue entonces cuando realizó numerosas pesquisas y se consiguió ubicar el inmueble donde se encontraba el presunto agresor, así como corroborar las informaciones sobre la posibilidad de que existiera un arma corta en el domicilio, procediendo a la detención del presunto autor.
Tras contar con el preceptivo mandamiento de entrada y registro, se llevó a cabo el operativo policial, que se saldó con la aprehensión del arma corta utilizada en las amenazas, que estaba oculta bajo una losa y tenía el número de serie y sello de fábrica manipulados, lo que hace sospechar a los investigadores que pudiera provenir del mercado negro.
En el interior del domicilio y oculto en una de las habitaciones existía una completa instalación para el cultivo en interior de marihuana. En otras dependencias y ocultas en el marco de una puerta se intervino una balanza de precisión y un envoltorio con cocaína de gran pureza, además de una pequeña plantación de marihuana en el exterior de la vivienda, quedando totalmente desarticulado un punto de ventas de drogas por menudeo.
Fruto del análisis de la infraestructura de la plantación de marihuana interior, los agentes detectan que el fluido eléctrico utilizado, se realiza mediante un enganche a la red eléctrica de forma ilegal, por lo que se le atribuye igualmente un delito de defraudación de fluido eléctrico.
El detenido, de 32 años de edad y de nacionalidad española, fue puesto a disposición judicial del Juzgado de Instrucción y del Juzgado de Violencia sobre la Mujer, quien decretó su ingreso en prisión preventiva, comunicada y sin fianza.