La última sesión preparatoria del equipo deparó el trabajo al margen del grupo de los 'tocados' Jesús Gámez, Weligton y Ferreira, pilares de la defensa malaguista y que arrastran distintas molestias. Gámez, que jugó en Almería, continúa en proceso de recuperación de una fractura en un dedo del pie que arrastra desde el pasado mes de enero; mientras que Weligton y Ferreira no estuvieron el sábado pasado en Almería por un problema muscular y una lesión en el hombro, respectivamente. Los servicios médicos son optimistas y confían en la puesta a punto de los tres para el choque de este fin de semana.
Sergio Sánchez, por su parte, recalcó la importancia que tiene para el equipo disputar sus partidos en casa y ante la afición malaguista. "Da gusto jugar siempre en La Rosaleda y cuando salimos al campo con ese ambiente recibes una bocanada de aliento. El sábado tenemos un partido muy importante, de los que más del año, y estoy seguro que nuestro estadio será una olla a presión", señaló.
La afición es consciente de la importancia del partido ante un rival directo en la lucha por la permanencia, el Real Valladolid. El Málaga aventaja en la clasificación en tres puntos al conjunto pucelano, primero de los tres equipos ubicados en plazas de descenso por lo que una victoria sería vital para los locales en su lucha por la salvación. La Federación de Peñas Malaguistas ha hecho un llamamiento a los malaguistas para que acudan a su localidad con antelación para generar un mayor ambiente en las gradas, así como recibir al equipo a su llegada al estadio. La Diputación Provincial, por otra parte, propiciará que 5.000 niños de los municipios de la provincia presencien el encuentro beneficiándose de la rebaja en el precio de la localidad a 10 € y, además, de disfrutar de distintas actividades lúdicas que se realizarán desde por la mañana en las inmediaciones del estadio.