El Málaga que deslumbró en el Camp Nou donde se impuso al Barcelona parece haber desaparecido. En los partidos jugador por el equipo que dirige Javi Gracia a domicilio lejos de la capital de la Costa del Sol se caracterizan en esta segunda vuelta, por una falta preocupante de mordiente que le lleva a la derrota. Le ocurrió en Bilbao (donde pudo rescatar un empate) y ante el Levante y Granada donde la imagen no fue la esperada y sufrió la derrota.
El Rayo no hizo nada del otro mundo pero la que tuvo la introdujo en la portería de Kameni. Kakuta, libre de marca a la altura del segundo palo, cabeceó un centro de Bueno para batir al cancerbero malaguista. Antes y con posterioridad a este gol, Samu Castillejo tuvo sendas ocasiones donde adoleció de instinto goleador, fue lo único que hizo el Málaga en todo el partido en ataque.
Alberto Bueno, el jugador de moda del Rayo, apareció nada más comenzar la segunda parte con un disparo lejano que Kameni, acrobaticamente, envió a saque de esquina. No hubo nada más digno de reseñar en un segundo periodo donde el Málaga fue capaz de nivelar las fuerzas pero incapaz de encontrar el camino hacia los dominios de Cristian Álvarez. Para colmo, la rigurosa expulsión de Angeleri por doble amonestación puso más complicada la reacción de los malaguistas que nunca llegó.
1 - Rayo Vallecano: Cristian Álvarez; Tito, Zé Castro, Amaya, Nacho (Insúa, m.53); Embarba, Trashorras, Raúl Baena, Kakuta (Licá, m.69); Bueno; y Leo Baptistao (Manucho, m.35).
0 - Málaga: Kameni; Rosales, Weligton, Angeleri, Miguel Torres (Boka, m.55); Ricardo Horta (Amrabat, m.55), Darder, Recio, Samu Castillejo (Duda, m.79); Samu García y Juanmi.
Goles: 1-0: M.22 Kakuta.
Árbitro: Jaime Latre (C.aragonés). Amonestó a Nacho (m.7), Amaya (32), Baena (56), Embarba (59), Manucho (69), Zé Castro (82), Trashorras (91) y Tito (93), del Rayo Vallecano; y a Angeleri (m.26), del Málaga. Expulsó por doble amarilla a Angeleri (m.75).
Incidencias: encuentro correspondiente a la vigésimo octava jornada de la Liga BBVA, disputado en el Estadio de Vallecas (Madrid), ante unos diez mil espectadores.