Juicio por el caso de Gabriel Cruz

Ana Julia Quezada mantiene su versión de que mató a Gabriel por «accidente» y afirma que pensó en suicidarse

La única encausada por la muerte del menor asegura que su intención era dejar el cuerpo en el garaje de Vícar, confesar por carta y quitarse la vida tomando medicamentos justo antes de ser interceptada por la Guardia Civil

ondacero.es

Almería | 11.09.2019 09:49

Ana Julia Quezada volvió a reconocer que dio muerte al menor de 8 años Gabriel Cruz. Lo hizo nada más comenzar su declaración cuando, ante una cuestión clara y directa la fiscal, Elena Fenández, en la que le preguntaba si reconocía los hechos ocurridos el 27 de febrero de 2018. «Sí», respondió la única encausada.

Tras afirmar la autoría del fallecimiento del pequeño, como ya había hecho ante la Guardia Civil antes de ser puesta a disposición judicial para el inicio del juicio de instrucción, la expareja del padre rechazó la versión de la premeditación, sino que todo fue un «accidente» al «taparle la boca y la nariz para que se callase» y que el niño dejara de decirle unos supuestos improperios.

«Cuando lo solté no respiraba. Usé las dos manos; fue un momento muy rápido. Le puse la mano en el pecho y no respiraba», añadió Quezada a la vez que exclamó haberse quedado bloqueada por la situación y volver a manifestar que «no tenía intención» de asesinar a Gabriel ni «hacer daño a nadie».

Ana Julia se negó a responder a la acusación y solo contestó a preguntas emitidas por la Fiscalía y la defensa ejercida por Esteban Hernández Thiel. Así pues, la acusada detalló que propuso al niño ir a Rodalquilar «diez minutos» y que este aceptó de manera voluntaria. Sin embargo, según sus declaraciones, vio al pequeño con un hacha, se «asustó» y comenzó una discusión con él.

Tras mantener la versión inicial de que todo había sido un accidente —algo que hizo también ante su abogado—, la asesina confesa se enfrentó a una duda de la fiscal: «¿Por qué no avisó al 112 y explicó lo ocurrido?». Esto lo justificó como que no pudo como consecuencia del nerviosismo. «Yo llevaba a gente allí (a Rodalquilar) para intentar decir lo que había pasado, pero no pude», argumentó.

Así mismo, la acusada —en su idea de sostener la tesis de que no fue una actuación premeditada, tal y como apuntan la acusación particular y la Fiscalía, que solicitan la prisión permanente revisable— no fue capaz de precisar la fuerza empleada ni los motivos por los que desvistió al pequeño para enterrarlo en un agujero que ella misma había preparado tras la muerte.

CONTRADICCIONES

Fue entonces cuando Ana Julia Quezada tuvo una contradicción con respecto a sus declaraciones al ser detenida a principios de 2018. Por aquel entonces dijo a los agentes que colocó una camiseta de Gabriel en el dispositivo de búsqueda para dar esperanzas a Ángel de que seguía con vida. Sin embargo, cambió la versión en la Audiencia Provincial: «Yo coloqué la camiseta porque quería que me encontraran. No aguantaba más ese secreto. Como no podía decirlo por mis propias palabras quería que me atraparan».

SUICIDIO

Mientras exponía los hechos, Ana Julia negó que decidiera sacar el cuerpo del pequeño del hoyo en el que lo tenía enterrado por sentirse acorralada por los guardias civiles investigadores. Según ella la intención era distinta: «Pensaba dejar a Gabriel en el garaje y subirme a casa a escribir dos cartas, una a mi hija y otra a Ángel, explicando lo que había pasado y pedirles perdón».

A esto, entre sollozos, sumó: «Quería coger todo el medicamento y echarme en el sofá». Poco después reconoció a la defensa que su idea era la de quitarse la vida, pero fue interceptada por la Guardia Civil instantes antes de entrar en el aparcamiento de la vivienda de Vícar en la que residía con el padre.

Ana Julia Quezada, de 45 años de edad, se enfrenta a una pena de prisión permanente revisable por la muerte de Gabriel Cruz, hijo de quien por aquel entonces era su pareja sentimental. Además, se juzgan penas por daños psicológicos a sus familiares, que declararon en la tarde del martes.Por su parte, la estrategia de defensa se basa en intentar esquivar la mayor condena del código penal español intentando demostrar que fue un homicidio imprudente.

Un tribunal del jurado formado por siete mujeres y dos hombres será el encargado de decidir si la encausada es culpable de asesinato.

- Información en directo en Más de Uno Almería: Juanjo del Arco, José Luis Villalobos e Inés Manjón

- Texto de la publicación digital: Javi Gálvez