Celta y Sevilla firmaron tablas (1-1) en el segundo asalto de la semana entre ambos equipos, que cerrarán la 'trilogía' en la vuelta de la Copa del Rey, en un encuentro en el que el cuadro andaluz aguantó más de una hora en inferioridad por la expulsión del argentino Federico Fazio. El cuadro de Unai Emery, que siguió el partido desde la grada al estar sancionado, aguantó el empuje final del cuadro del argentino Eduardo 'Toto' Berizzo y resguardó la quinta plaza que le mantiene en la zona de la Liga Europa.
Llegaba el Celta herido, necesitado de un triunfo revitalizante tras el mazazo de la Copa después de perder en el Ramón Sánchez Pizjuán por 4-0, y camino de los vestuarios esa herida aún se agrandó más después de que el portugués Carriço lo golpease tras un saque de esquina, en una acción similar a la del primer gol sevillista en Copa del Rey
Como en aquel choque, el equipo andaluz se adelantó al filo del descanso, cuando más dominaba el Celta, que jugaba con un hombre más desde el minuto 25 por expulsión del central argentino Fazio, cuyo regreso a la Liga española tras su paso por Inglaterra no pudo ser más desafortunado. Pero esa superioridad no la supo explotar el Celta, un equipo que sin Nolito y Orellana pierde creatividad y desborde en los últimos metros. Sus mejores ocasiones en el primer tiempo llegaron con disparos desde la frontal y cuando aún jugaba contra once: ni Bongonda ni Wass acertaron a rematar entre los tres palos.
El Sevilla, con un jugador menos, dio un paso atrás para defender el empate, aunque sobrepasado el minuto 40 una falta no señalada de N'Zonzi sobre Planas, cerca estuvo en acabar en gol de Reyes. Lo evitó Sergio con una gran estirada. De poco sirvió; dos minutos después, Carriço hizo el 0-1. Ese gol despertó al Celta, que salió revolucionado del vestuario: en diez minutos disfrutó de más oportunidades de gol que en todo el primer tiempo.
El Celta tenía al Sevilla encerrado en su campo. Su dominio era absoluto y, sin embargo, en otra acción a balón parado, N'Zonzi, tras ganarle en el salto a Planas, pudo sentenciar. Su cabezazo fue repelido por la parte exterior del poste. Y del posible 0-2 al 1-1 en apenas dos minutos: centro de Daniel Wass, el motor de su equipo en este segundo tiempo, y espectacular remate del francés Claudio Beauvue de primeras para fusilar a Sergio Rico. El ex del Olympique de Lyon, uno de los refuerzos invernales del equipo vigués, se estrenaba así como goleador.
El empate dio todavía más oxígeno al Celta, desbocado en busca de un segundo gol que Iago Aspas, en dos ocasiones, y Hernández tuvieron cerca sobrepasado el ecuador del segundo acto. Lo siguió intentando el equipo de Berizzo hasta el final, pero el Sevilla supo aguantar su empuje para sumar un punto que le mantiene en la quinta plaza.