Se disputaban los últimos minutos de la final de la Liga Cañadiense entre Defensores de Armstrong y Sportivo Las Parejas cuando el partido se convirtió en una batalla campal.
Los jugadores del equipo visitante se acercaron al árbitro para reclamarle un gol que el colegiado había anulado. Fue entonces cuando la policía comenzó a disparar balas de goma contra jugadores y aficionados, sembrando el pánico en el estadio.
Julián Gauna, jugador de Sportivo Las Parejas, fue uno de los más afectados, recibiendo hasta 16 'balazos' de goma.
"Me tocó sufrir esto en vivo, donde a veces estas cosas las miraba por televisión y realmente fue una locura lo que sucedió. Nosotros sólo tuvimos una charla con el árbitro en el descanso como pasa en cualquier partido de fútbol y nada más que eso", declaró Julián para una radio argentina.
"La policía nos arrinconó y comenzó a golpearnos con palos y a tirarnos con balas de goma", afirmó uno de los perjudicados en esta batalla campal.
Peor suerte tuvo otro jugador que estuvo a punto de perder un ojo debido al impacto de una de las bolas de goma.