El Barcelona pudo ganar, pudo perder y al final empató. Valdés, el mejor del partido y que regaló una nueva exhibición en París, erró en la última jugada cuando comenzaba a extinguirse la luz del multimillonario PSG. El gol de Matuidi le mantiene con vida, mucho más tras [[LINK:INTERNO||||||la lesión de Messi]] y su posible baja para la vuelta en el Camp Nou.
El Parque de los Príncipes vivió un partido trepidante, lleno de vértigo y velocidad. En ese ambiente el Barcelona pudo salir muy mal parado y al final la sensación es que el empate, pese a darle ventaja, es un mal resultado.
Ancelotti habló en la previa de tratar de discutir la posesión. Palabras vacías, un engaño al que ya han sometido muchos equipos al Barcelona. El PSG hizo una fotocopia del partido disputado por el Milan en San Siro, pero esta vez apareció Valdés para mantener con vida al equipo deTito Vilanova, de vuelta a los banquillos tras un largo periodo.
Posesión azulgrana, ocasiones francesas
La primera parte fue un monólogo de posesión azulgrana y un carrusel de ocasiones francesas. A los cuatro minutos Lavezzi ya avisó de las intenciones y, tras hacer un traje a Piqué, mandó el balón a la madera. Fue solo el preludio. Valdés tuvo trabajo a destajo. Una parada a un disparo de Pastore, una mano felina a un zapatazo de Ibrahimovic...
El PSG afiló el campo con la velocidad de Moura y la verticalidad de Lavezzi y Pastore. Ibra era el encargado de suministrar balones y pelearse con toda la defensa. El plan era perfecto pero Valdés abortó la táctica de Ancelotti.
Poco a poco el Barcelona recobró la pausa del encuentro y en el momento justo le dio la velocidad necesaria. Alves metió un balón a la espalda yMessi no perdonó ante Sirigu. 0-1 y el PSG tocado.
Pero los designios del fútbol son inescrutables y el argentino sintió un pinchazo seis minutos después. Forzó en una jugada en la frontal y su pierna derecha dijo basta. El Barcelona se quedó helado, como al que le falla el coche en mitad de un aguacero.
La salida de Cesc tras el descanso confirmó los malos presagios. El argentino sufre una lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha y solo el parte médico dirá la gravedad de su lesión. El Barcelona pudo descomponerse pero armó alrededor de la posesión una defensa que cortocircuito al PSG. Con el tiempo en contra el equipo de Ancelotti decidió echar mano de las jugadas a balón parado.
El PSG sobrevive al final
El Barcelona reculó, después de que Alexis perdonara la sentencia, y lo pagó. Una falta lateral acabó en el empate. Thiago Silva, imperial toda la noche, se elevó para cabecear a la madera e Ibrahimovic en posible fuera de juego hizo el empate.
Quedaban diez minutos para defender el empate y el Barcelona no renunció a atacar. En el último minuto una buena combinación encontró premio. Alexis fue derribado por Sirigu y Xavi no perdonó desde el punto de penalti.
Todo parecía sonreir al fin al Barcelona pero entonces ocurrió lo impensable. Valdés, el mejor de su equipo, erró en un disparo de Matuidi. Justicia poética en una ciudad tan propicia a estas cosas. Queda la vuelta en Barcelona y todo el mundo espera noticias de Messi. Toca luchar para estar en semifinales.