Con Javier Cancho

Punta Norte: La clase magistral de la profesora Elliott

La idea que tenemos -durante los próximos minutos- es volver a transitar un viejo camino parar tratar de aprender algo nuevo. Algo en lo que no reparamos la primera vez. Esa también es una forma de educación: desaprender lo que creíamos o -dicho de otro modo- aprenderlo de otra forma. Es decir, la intención consiste en retroceder en el tiempo a un instante ocurrido hace algo más de 50 años. Fue al día siguiente del asesinato del defensor de los derechos civiles Martin Luther King.

Javier Cancho

Madrid | 07.06.2020 11:59

El día posterior a su asesinato todavía resonaban sus palabras más trascedentes. Tengo un sueño, dijo. Su sueño -como saben- consistía

en un futuro en el que blancos y negros pudiesen coexistir armoniosamente y como iguales. Quizá ese día con el que soñó esté próximo a llegar.

En Estados Unidos, más de 50 años después, de que matasen a quien representaba el mensaje del movimiento de los derechos civiles… más de 50 años después, en ese país, los datos señalan abismos de desigualdad. Ser pobre y negro en Estados Unidos suele convertir el sueño americano en una pesadilla. Esto de la pesadilla para los negros es una certeza que está cronificada. Pensemos en que el hecho de que se reconozca el éxito de algunos ciudadanos negros, en el deporte o el espectáculo, no significa que, como grupo demográfico, hayan logrado la paridad con los blancos en términos de ingresos, oportunidades, acceso a la sanidad, a la educación…o las relaciones con las instituciones de justicia. Si dejamos al margen las sensaciones y analizamos los datos, entonces, pueden hacerse las siguientes comprobaciones.

Según el Centro de Investigación Pew, en Estados Unidos, en promedio, los negros tienen el doble de probabilidades de ser pobres que

los blancos. También tienen el doble de probabilidades morir en enfrentamientos con la policía. Esa posibilidad doble de perder la vida con la policía la acredita el diario The Washington Post que lleva un registro detallado de cada tiroteo mortal en el que ha estado involucrado un policía. Luego esta la tasa de presos negros que es seis veces superior a la de los blancos. Y sólo un dato más, y puede que más esclarecedor que ningún otro: la tasa de mortalidad infantil es el doble en los bebés negros de Estados Unidos. La situación real, por tanto, está lejos -muy lejos inclusode la igualdad. Aunque, después de las movilizaciones -donde como siempre no todo es perfecto, no todos los comportamientos lo son-… después de las movilizaciones -digo- en Estados Unidos es posible que la igualdad esté un poco más cerca.