Nos plantea además, ¿Qué pasó con la primera secuoya que vio un occidental? Talada para usar el tocón como pista de baile. Nos cuenta la historia del descubrimiento, en el siglo XIX. Cómo un cazador que seguía el rastro de un oso herido se adentró en una zona jamás explorada cubierta de árboles gigantes. "Las secuoyas son titanes que se erigen imponentes en la ladera occidental de las montañas de Sierra Nevada. Es el único lugar donde crecen de manera natural" afirma.