Voy a hacer un ejercicio de mimetización como usuario de servicios y prestaciones que no lee las letras pequeñas ni instrucciones de uso, que da ok a cookies sin saber qué hay detrás. Soy de esos españoles a los que en breve la hipoteca les crecerá como si se hubiese hartado ella sola de Petit Suis. Un estirón considerable por la política de tipos al alza del BCE. ¿Y por qué encarecen el dinero? Porque así se ataja la inflación. ¿Y la subida? Por ofertas, demandas, guerras y diversos factores no previstos.
¿Lo interiorizamos o solo lo cacareamos? Varios aspectos concretos: la factura de la luz. Ahora amenazan con simplificarla. Si ves el nuevo modelo y lo comparas con el antiguo es como si cambias un jeroglífico por un sudoku samurai. Más adelante, intentas descifrar las condiciones de tu seguro, de tu teléfono móvil y de Internet. Y así nos gestionamos. Sin entender gran parte de los capítulos que se comen nuestro dinero y nuestro tiempo. Sin que nadie se moleste en explicar hasta la saciedad el por qué de las cosas.
Pero llegará un día en el que sí haya que explicarlo y por eso hay que llamar, preguntar e indagar. Cuantos más lo hagamos, mejor. Así es como tarde o temprano simplificarán las cosas.