1.- ¿Podría decirse que la moción de censura de Abascal a Sánchez terminó convirtiéndose en la moción de censura de Casado a Abascal?
2.- ¿Hasta dónde puede alcanzar las represalias de este cisma y cuanto pueden resentirse los pactos autonómicos y regionales? El tono conciliador, como es él, Espinosa de los Monteros evocaba ayer un pasaje del Apocalipsis.
3.- Mi impresión es que Casado protagonizó un discurso magnífico, pero ¿cuánto deberían preocuparle los elogios de Lastra, de Echenique y hasta de Rufián?
4.- ¿O no es acaso Sánchez el gran beneficiado del cisma de las derechas?
5.- Y no solo Sánchez. Abascal ha perdido la moción aparatosamente, ¿pero no era su objetivo precisamente quedarse solo blandiendo la bandera del antisanchismo y pudiéndole reprochar a Casado el estigma de la derechita cobarde?
6.- ¿Por qué aplaudían Echenique y Lastra el momento en que Sánchez anunciaba la retirada de la cacicada judicial? Ellos la redactaron. E impresiona la naturalidad con que Pedro Sánchez convierte la rectificación en una victoria. Y no porque quisiera rectificar, sino porque Europa le ha obligado a hacerlo.
7.- Sánchez se encuentra mañana con Francisco. ¿Le contará sus planes con la educación concertada, la reforma que permite a las menores abortar sin permiso de los padres o hablarán de la eutanasia?
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Las preguntas de Amón: "¿Puede decirse que al final Santiago Abascal se ha hecho la moción contra sí mismo?"