ondacero.es
| 08.09.2020 07:28
Es un golpe que duele eso de ver que podrían sentar en el
banquillo al anterior presidente y a la ex secretaria general por un turbio
asunto de espionaje. Salpica a todo el partido porque estas cosas tienen
efectos retroactivos y proyección de presente. Los partidos tienen muy
ensayadas las salidas a estas situaciones con tres recursos uno, decir que todo
pertenece al pasado y que la dirección actual tiene las manos limpias y la
conciencia tranquila.
El segundo, refugiarse en su socorrido respeto a las
decisiones judiciales y a la independencia de los jueces. Y el tercero, apelar
a la presunción de inocencia que parece haber sido inventada para socorrer a
los políticos en estos casos. Cuento con las tres respuestas o posturas, lo que
equivaldría en parte a salirse por la tangente, marcar distancias con el
presunto delito y no provocar una crisis interna. Les ayuda que Rajoy, que
sepamos, no está imputado, aunque el criterio del fiscal es que hubo órganos
superiores de la Administración del Estado.
Y lo que tiene que hacer el PP de Casado, desde luego, es
colaborar con la Justicia y que nadie le pueda reprochar que ampare un posible
delito. Es la forma más incómoda, pero la más decente de salir con honra de
este berenjenal.