CON MARINA HERVÁS

El humor y la música: un recorrido a lo largo de la historia

Con Marina Hervás conocemos las distintas teorías sobre el humor a través de ejemplos musicales.

ondacero.es

Madrid | 01.04.2024 13:44

Además de ser lunes de Pascua, hoy en muchos sitios se celebra el 'April fool’s day', o sea, lo que para nosotros es el Día de los Santos Inocentes. A propósito de esto, hablamos de la relación entre el humor y la música.

A veces es difícil saber por qué una canción o una pieza musical nos hace gracia. Muchas veces lo asociamos a la letra, o sea que la canción vaya sobre un tema que a lo mejor a priori no nos imaginábamos que podía ser un asunto de canción. Un ejemplo es 'Historia del arte', de Las Bistecs.

También hay letras que nos hacen gracia porque parecen absurdas o están pensadas ya en tono jocoso. Y aquí podría incluirse todo el repertorio de Ojete Calor, con letras graciosas.

Hay varias teorías sobre el humor que os voy a contar con ejemplos musicales. Empezamos con el humor que tiene más mala leche, el de las bromas que se hacen con cierta maldad. La teoría del humor dice que es el recurso que se utiliza cuando sentimos o queremos sentir superioridad sobre aquello de lo que nos reímos.

La ironía en la música de Bartok

Y esto en la música también ocurre: por ejemplo, el caso del músico astrohúngaro Bela Bartók, compositor, músico y pianista de finales del XIX-primera mitad del XX que en su 'Concierto para Orquesta' de 1943 incluyó una cita con mala leche.

Bartók cita un conocido fragmento de la Séptima sinfonía 'Leningrado' de Shostakovich. ¿Y por qué la cita irónicamente? Una de las explicaciones es porque Shostakovich -que era contemporáneo suyo- era uno de los compositores favoritos del que le encargó el 'Concierto para Orquesta', que fue Serge Koussevitzky. Y Bartók no quería competidores.

¿Cómo hace esa cita? Lo comprobamos escuchando las dos piezas. Primero, el tema de la Séptima sinfonía de Shostakovich, la parte vinculada a la expresión de la guerra. Después, el "intermezzo interotto”, o sea “interrumpido”, de Bartók.

Al menos Bartók se rió de alguien que estaba vivo, porque es muy de los compositores del siglo XX meterse con los compositores del pasado. Un ejemplo que yo creo que es muy elocuente: Paul Hindemith se burló en 1925, mediante una parodia, de la grandilocuencia del 'Holandés Errante', la ópera de Wagner.

Lo que hizo Hindemith para burlarse es componer La obertura del “Holandés errante” como si estuviera tocada a primera vista por una orquesta de balneario a las 7 de la mañana. Igual es una manera muy técnica de definirlo, pero juzgad vosotros mismos...

¿Las bromas en la música son una tradición antigua?

Esto de las parodias y las bromas es ya una tradición antigua. De hecho, uno de los compositores más bromistas y juguetones fue Joseph Haydn, que es un compositor del XVIII. Hay un ejemplo de las travesuras de Haydn es su Sinfonía n. 94, que recibe el subtítulo de “Sorpresa”. Esto se debe a algo que sucede en su segundo movimiento: empieza con una melodía muy sencilla en pianísimo, es decir, en un volumen muy bajito. Y, de pronto… bueno, escuchadlo..

Se supone que lo hizo Haydn porque le molestaba mucho que los aristócratas que asistían a sus conciertos comenzaran a dormirse y a pegar cabezadas una vez pasado el primer movimiento. Así que decidió ponerles una acorde fortísimo a modo de despertador.

Hay más casos en los que los compositores se ríen bien de su audiencia o bien de lo que la audiencia ha hecho con las obras. Os lo explico con un ejemplo que es el de 'Las nueve sinfonías' de Beethoven para orquesta y 'Campana del coche de los helados' de Louis Andriessen. Básicamente lo que hace este compositor de los Países Bajos es comprimir las nueve sinfonías de Beethoven en 9 minutos.

Cogió los highlights de las 9 sinfonías, las más reconocibles para el gran público. Así, nos ofrece las 9 sinfonías en unos 9 minutos. Aunque es una obra de los 70, anticipa el mundo de prisa y reels de hoy. Además, a esos fragmentos le añade elementos pop…

En 'Noche escenificada', una pieza de 2013, Simon Steen-Andersen coge piezas canónicas vinculadas con la noche y las explora desde significados literales o contemporáneos de noche. En el caso del aria de la reina de la noche de la La Flauta mágica de Mozart (el aria se llama “die Hölle Rache”, “la venganza del infierno”). Simon Steen-Andersen convierte a la reina de la noche en una reina drag, como corresponde en estos tiempos, y al aria en un technazo.

Esta aria me sirve para apuntar aquí la teoría de la “incongruencia”, que se sustenta en un recurso bien habitual, que es la ruptura con la expectativa. Otra posibilidad es romper, además, con lo que esperamos de un género o de un estilo. Y esto me permite hablar de los mejores.

Les Luthiers, maestros del humor en la música

Si hablamos del humor en música, estamos obligados a nombrar al grupo por excelencia de este cruce, los maravillosos Les Luthiers. Hoy os traigo una de sus primeras obras paródicas, de 1965. Se trata de la Cantata Laxatón. El título ya nos da pistas de qué va la cosa.

Lo que nos hace gracia, aparte del tema… laxante, es el uso de esos instrumentos informales que nos dan ese sonido de esa especie de trompetillas, que rompen la solemnidad esperada en una cantata sacra. Lo importante, además, es que se imitan las formas en las que se presenta esta música (por ejemplo, en Radio clásica) con absoluta seriedad.

Como quizá habéis detectado, es una parodia de la Pasión Según San Mateo del otro Johann Sebastian, que no es Mastropiero, sino Bach.