Monólogo de Alsina: "Cuando Torra se siente en el banquillo por pasarse de listo, empezará a escribirse su epitafio"

Memoria histórica.

Presidía el Parlamento catalán, año 2017, la señora Forcadell. Delegada de la pareja Puigdemont-Junqueras en la cámara. Orgullosa la señora de proclamar que los derechos de los grupos de la oposición quedaban arrasados a beneficio del rodi-llo independentista. El numerito aquel que interpretaban Marta Rovira, hoy residente en Suiza, y Carme Forcadell, hoy residente en prisión preventiva.

La portavoz de Esquerra pedía la palabra, la presidenta del Parlamento (de Esquerra) se la daba y se acababan aprobando leyes abiertamente inconstitucionales, a sabiendas de que lo eran, habiendo atado de manos a la oposición para que no pu-diera hacer ni media. La desconexión, lo llamaban.

Seis de septiembre de 2017. Cuando Torra, Puigdemont, Rufián y compañía recuerdan lo que ocurrió aquel otoño, esta parte siempre se la saltan. La parte de la infamia.

La embestida contra la Constitución, contra el Estado y contra el resto de la sociedad empezó así: embistiendo contra la oposición parlamentaria, la mitad de la población catalana.

Dos años después, aquí está la frase que ayer mismo pronunció este zombie político llamado Joaquim Torra.

Que significa que todos los atropellos a los demás que Torra considera que son derechos suyo y de quienes están en lo mismo que él, los volverá a intentar si el juez Marchena no atiende a lo que él le está diciendo, se rinde, entrega la toga y deja libres a Junqueras y los demás. Que lo sepa, señoría, o los suelta o le incendio Cataluña.

Es verdad que este Torra que siempre habla como si él fuera la virgen de Montserrat, o sea, Cataluña, ha menguado tanto desde que accedió, ya bastante menguado, a la presidencia que difícilmente puede considerarse hoy portavoz ni de su co-munidad de vecinos. Torra es el Nicole Kidman de la política catalana: aún no se lo han contado, pero está muerto. El 25 de septiembre, cuando se siente en el banquillo por pasarse de listo y hacerle la butifarra a la Junta Electoral, empezará a escribirse su epitafio. Y bailarán sobre su tumba, política, los junqueras, los rufianes, los campuzanos, las martas pascales y tantos otros.

A vueltas con la memoria y con la Historia, a ver qué les parece esto que contó ayer dos señores de nombre Ávila y Moyano que representan a los editores de libros de texto: las presiones que reciben de los gobiernos autonómicos para que cuenten la Historia de esa región conforme no a lo que digan los historiadores sino a lo que hayan decidido los que gobiernan.

En Canarias les sugieren que prescindan de enseñar los ríos porque en el archipiélago no hay. En Cataluña, que den por buena la corona catalana e ignoren a los Reyes Católicos. En Andalucía, que incluyan en el libro de Música como instrumento el tambor rociero y que la geometría se expliquen con azulejos de La Alhambra.

En tres años se han aprobado cuatrocientas normas distintas sobre los libros de texto. Según los editores, los gobiernos presionan y ellos tragan. Los gobiernos lo niegan y el ministerio de Educación dice que no le consta.

Y del serial nuestro de cada día, ‘Ni contigo ni sin ti, Pedro mío, ay mi Pablo’, pues que ya queda un día menos para que el rey convoque elecciones ante la inoperancia, la incompetencia, del Parlamento para investir un presidente y que los dos novios a palos, el PSOE y Podemos, echaron la tarde-noche de ayer haciendo tertulia sobre lo que les une y lo que les separa.

Necesitaron cinco horas de cumbre (cumbrecita) para constatar lo que toda España tiene constatado desde hace meses.

Han constatado diferencias. Un gran avance, Adriana Lastra. Se ve que hasta ahora sólo lo sospechaban. El PSOE le leyó a Podemos el cuadernillo de propuestas del otro día y Podemos se tomó un poco a broma que a esto le llamen tercera vía.

Y ya está. Esto es lo que dio de sí la famosa reunión entre Calvo, Echenique y sus equipos de persuasores. Una mañana más, la nada.

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