LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "La propuesta de un primer ministro conservador puede salir adelante por el apoyo de los laboristas"

Marta García Aller reflexiona en 'Más de uno' sobre la propuesta del primer ministro británico, Richi Sunak, de prohibir la venta de tabaco a los nacidos a partir de 2009.

Marta García Aller

Madrid |

El Reino Unido acaba de aprobar un proyecto de ley para prohibir la venta de tabaco a los nacidos a partir de 2009. Es decir, a quienes tengan 15 años o menos nunca se le permitirá comprar cigarrillos en el futuro tengan la edad que tengan. El primer ministro británico, Richi Sunak, alega que esta medida va a salvar miles de vidas. Lo curioso es que la medida se aprueba con el apoyo de la mayoría de los partidos del arco parlamentario, pero no del partido del propio primer ministro.

57 parlamentarios conservadores votaron en contra de la propuesta. Entre ellos, Boris Johnson y Liz Truss, (¿te acuerdas de Liz Truss?). Ha habido mucho debate entre los tories. En público. Los que están en contra de esta prohibición total de vender tabaco por fecha de nacimiento creen que la propuesta es inaplicable, que impulsará las ventas ilegales de tabaco y que hay una línea roja muy difusa que con los mismos argumentos podría conducir a prohibiciones de la comida rápida o el alcohol. Dicen, vaya, que restringe la libertad.

Y los que están a favor argumentan que "no hay libertad en la adicción", porque los fumadores no son libres al fumar sino víctimas de su adicción y por eso a menudo dicen que si pudieran volver atrás no habrían comenzado a fumar. Defienden que la prohibición puede salvar a las nuevas generaciones de una adicción mortal que está detrás del 30% de los cánceres y enfermedades del corazón.

Es un debate interesante, la verdad. Y, sobre todo, es interesante que en la Cámara de los Comunes cada parlamentario salga a argumentar lo que le parece la propuesta al margen del líder de su partido porque tienen libertad de voto. La propuesta de un primer ministro conservador puede salir adelante por el apoyo de los laboristas y buena parte de su partido es libre de no apoyarle. Cada uno puede votar, y argumentar, en conciencia lo que le parezca. En definitiva, les permiten pensar. Y demostrar que en una misma ideología caben varios puntos de vista.

¿Moraleja?

Qué interesante sería ver eso, en nuestros debates en el Congreso.