LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "La ministra Irene Montero últimamente se equivoca hasta cuando tiene razón"

Marta García Aller opina sobre las últimas palabras de Irene Montero al PP acusándoles de promover la cultura de la violación.

Marta García Aller

Madrid | 01.12.2022 07:56

La ministra Irene Montero últimamente se equivoca hasta cuando tiene razón. Y creo que la tiene cuando critica la última campaña contra la violencia de género de la Xunta de Galicia, que de manera muy desafortunada pone el foco en las víctimas en vez de en los agresores. Pero se equivoca, y mucho en el tono.

Me refiero a esos carteles que muestran una mujer joven corriendo con mallas cortas, otra volviendo sola a casa de noche, otra tomando una copa. Y el eslogan dice “No debería pasar, pero pasa”. Seguramente no fuera la intención de la campaña del 25-N, pero da efectivamente la sensación de que la responsabilidad de que a estas mujeres les pasara algo es de ellas por salir de casa, a quién se le ocurre, a hacer lo que les dé la gana.

Al hilo de esta campaña, pero sobre todo a raíz de las críticas cruzadas ayer en el Congreso contra la Ley del Sí es Sí, la ministra de Igualdad acusó ayer al PP que de “promover la cultura de la violación”. Y volvió a liarse una trifulca parlamentaria. La ministra no se molestó en explicar el concepto. Irene Montero no suele molestarse en explicar las cosas a quienes no están de acuerdo con ella. No dijo, podría haberlo hecho, que ‘cultura de la violación’ es un término acuñado por el feminismo hace 50 años y que recoge la ONU. Y eso que la ministra es muy de citar a la ONU.

Podía haber citado también a Susan Brownmiller, la periodista que en los años 70 acuñó el término y cuánto ha ayudado a que las violaciones dejaran de ser un estigma privado que se vivía en silencio y ver que son un problema público y político, para que la ropa o el pasado sexual de las víctimas deje de usarse en las defensas de los violadores, por ejemplo.

La cultura de la violación está, según la ONU, por todas partes, a menudo sin querer. Ha estado tantos siglos instalada en nuestra cultura que es difícil desterrarla del todo. Por eso estaría bien que el Ministerio de Igualdad explicase mejor estos conceptos. Si no, parece que en vez trabajar para que haya más feministas disfruta más insultando a todos los que a su juicio no lo son.

¿Moraleja?

Para que haya más feminismo es importante explicarse con más civismo.