Lo intensa que fue la vida de Juan Carlos I en el siglo XX, nos está dejando un siglo XXI de lo más entretenido al reconstruirla. Lo último que hemos sabido del emérito es que tiene una hija secreta. Ya sabíamos lo de las cuentas secretas. Ahora, la hija secreta. Y de aquellas y esta habla el libro ‘King Corp’, un intenso trabajo de investigación sobre Juan Carlos I que ha llegado a merecer un desmentido real. El emérito ha negado tener esta presunta hija como quien niega tener una cuenta en Suiza con comisiones del Ave a la Meca.
Como lo del dinero B no es novedad, la familia b ha causado más revuelo. A diferencia de los delitos fiscales, las paternidades no prescriben. Y si es relevante quién es o no hijo, hija, del rey es porque a la Corona solo se accede teniéndolo como padre.
En realidad, la historia de las cuentas secretas y la hija secreta están muy relacionadas. Es siguiendo el rastro de la contabilidad B del rey Juan Carlos que los periodistas se encontraron con la cuarta hija del rey.
Ayudar financieramente a una hija no reconocida implicaba para el monarca disponer de mucho efectivo sin dejar rastros contables. Aunque rastro, lo que se dice rastro, por lo visto sí que dejó. Tanto que la investigación asegura que lo de la cuarta hija del rey era un secreto a voces que sabía todo el mundo, incluido el rey Felipe desde príncipe. Lo sabían todos menos los españoles.
Y ahora que nos estamos enterando, la historia de la cuarta hija del rey deja más claro algo de lo que deberíamos alegrarnos, pruebas de ADN aparte. Uno de los mitos fundacionales de la Transición de este país fue la ficción del rey idílico con una familia real idílica y unos hijos (3) idílicos. Aquel mito hace tiempo que se ha ido desmoronando, pero al país parece más entretenido que preocupado por la noticia.
Cuanto más conocemos de la vida en b del rey Juan Carlos, más claro queda que sus desmanes fiscales y vitales no hacen tambalearse la democracia española. Ni siquiera la propia institución monárquica, cada vez más alejada de la disoluta estela del padre.
¿Moraleja?
Más que la hija secreta de Juan Carlos I lo importante es de dónde sacaba todo su dinero.