De todos los errores que ha cometido Podemos últimamente, de todos sus pasos en falso y sus órdagos de momento fallidos en el tiempo de descuento para su integración, o no, en Sumar, el más revelador de todos seguramente sea el de ayer: registrar un nuevo partido en su propia sede por error. No es un error sencillo.
Uno se puede equivocar de botón del ascensor, de parada de metro o al emparejar calcetines, pero registrar un partido sin querer es mucho más complicado. Para registrar un partido por error tienes primero que ponerle nombre por error, equivocarte en diseñar un logo, elegir también por equivocación una dirección postal en la que estará domiciliado y crear una web para luego ir al Ministerio del Interior a inscribirlo sin querer. Y todo eso por error.
El nombre elegido para este partido erróneo fue "Juntas Sí se Puede", la sede era la misma de Podemos y lo registró un integrante del Consejo Ciudadano al que luego la dirección ha responsabilizado del error. Es lo mismo que ha hecho Podemos al convocar un plebiscito exprés entre sus bases para darle carta blanca a la dirección. Dejar en manos de la directiva la decisión y de las bases el error.
‘Juntas Sí se Puede” apenas ha durado unas horas. Como le está pasando a otros muchos partidos de la izquierda, está en vías de desaparición. Solo que este ha sido más fugaz y confuso de lo habitual y tras dos semanas de negociaciones de momento fallidas con Sumar, peleándose por los nombres que irán en las listas al Congreso de los Diputados.
En Podemos han cometido otros muchos errores. No es fácil si no dilapidar cinco millones de votos en seis años y espantar a toda una generación de políticos de izquierdas. Faltan unas horas para saber cómo va a acabar Podemos. Si integrado en Sumar o yendo en solitario a las urnas que en las últimas elecciones ya lo dejaron sin representación en Madrid ni en la Comunidad Valenciana.
No está claro aún si la directiva de Podemos logrará integrarse o no, pero ya han demostrado que son capaces de hacer desaparecer un partido en pocas horas. Por error.
¿Moraleja?
Haya o no haya pacto, el votante de izquierdas está estupefacto.