LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Lo extraño no son las acampadas de estudiantes, sino que ante esta catástrofe humanitaria no haya más manifestantes"

Marta García Aller reflexiona en 'Más de uno' sobre las acampadas estudiantiles en universidades de Madrid, Valencia, Barcelona y Pamplona en apoyo a Palestina.

Marta García Aller

Madrid |

Cientos de estudiantes están acampando en varios campus universitarios en apoyo a Palestina. Si la acampada es para pedir el cese de bombardeos contra civiles inocentes, si es para denunciar la catástrofe humanitaria en Gaza, si es para pedirle a Israel que deje de matar civiles indiscriminadamente y protestar porque Netanyahu haya desoído todas las advertencias internacionales para cesar los ataques y permitir que entre la ayuda humanitaria, si es para denunciar que va en contra del derecho internacional usar el hambre como arma de guerra, entonces lo que están pidiendo los estudiantes que empiezan a acampar en Madrid, en Valencia, Barcelona y Pamplona, como antes en Estados Unidos y por toda Europa, se parece muchísimo a lo que pide el Alto Representante de la UE, Josep Borrell.

Habrá motivos para cuestionar que haya acampadas en un campus universitario en época de exámenes. Pero acusar a los jóvenes de estar a favor de Hamas por manifestarse a favor del pueblo palestino, es la más temeraria. Como si no se pudiera condenar el espanto del ataque inicial de Hamas y denunciar que la respuesta israelí está siendo tan extrema, arrasando ciudades enteras, que tarde o temprano, como dice Borrell, la justicia internacional tendrá que pronunciarse sobre el tema.

Es verdad que Hamas es una organización terrorista e Israel un Estado democrático. Sí, pero también lo es que hay decenas de miles de niños que no son terroristas que están muriendo en esos ataques. ¿Es eso legítima defensa? Netanyahu tiene en su Gobierno ministros tan extremistas como Itamar Ben Gvir, convencido de que es Dios el que prohíbe el alto al fuego. Está condenado por racismo y por apoyar a un grupo terrorista. En 2015, inmediatamente después del asesinato de una familia palestina en Cisjordania, fue filmado en una boda apuñalando una foto de un niño pequeño que murió durante el ataque. Y ahora es el ministro de Seguridad Nacional del Gobierno de Netanyahu. Ni todos los palestinos son terroristas ni todos los israelíes demócratas.

¿Moraleja?

Lo extraño no son las acampadas de estudiantes, sino que ante esta catástrofe humanitaria no haya más manifestantes.