LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Si como país no invertimos más en ayudar a la infancia, se puede saber a qué le estamos dando importancia"

Marta García Aller reflexiona sobre los últimos datos de pobreza infantil en nuestro país, que determinan que España es el segundo país de la Unión Europea con más niños en riesgo de pobreza, después de Rumanía.

Marta García Aller

Madrid | 02.12.2022 08:50

España no es país para niños. No solo nacen pocos. Es que, además, son muchos los que viven muy mal. En España hay más de 700.000 niños y niñas que viven con privaciones básicas. Sin tener acceso a una alimentación sana, ni gafas ni dentista ni material escolar cuando lo necesitan. No comen suficiente fruta, carne y verduras porque a sus padres no les llega el dinero. Un millón de niños en España tienen puesto el abrigo en casa porque viven sin calefacción. Son cifras que da Save the Children. La ONG alerta además de que somos el país de la Unión Europea con más niños en riesgo de pobreza, después de Rumania.

Los números son tan altos que cuesta creerlos, pero el propio Gobierno reconocía hace unos meses que en España hay más de 2 millones y medio de niños en riesgo de pobreza y exclusión. Esta pobreza de los niños que salen de casa helados de frío y llegan al cole con hambre es una pobreza a menudo invisible. Lo ven ONGs como esta que los ayudan y que alertan de que cada vez son más las familias que piden ayuda.

Algo estamos haciendo mal como país, muy mal, si como dice Save the Children el 73% de las familias españolas en extrema pobreza no recibe ni el Ingreso Mínimo Vital ni ayudas autonómicas. Un tercio de ellas sobrevive con menos de 100 euros al mes por cada miembro. Y algo también estamos haciendo mal los periodistas si cuando hablamos de que se ha quedado estancada la Ley de Familia en el Congreso no ponemos el foco en todas las familias que deja de ayudar.

La manera más efectiva de reducir esa pobreza infantil, según Save the Children, sería ampliar una ayuda a la crianza de 100 euros mensuales para todos los menores. La Ley de Familia preveía extender un poco más esa ayuda, aunque no hacerla universal como tienen otros muchos países de nuestro entorno.

Si somos el segundo país de la Unión Europea con más niños en riesgo de pobreza, ¡cómo no vamos a ser también el segundo en el que nacen menos niños por mujer! Ambas estadísticas se entienden mejor juntas.

¿Moraleja?

Si como país no invertimos más en ayudar a la infancia, se puede saber a qué le estamos dando importancia.