El ministro se confesó sevillista pero no antibético y reconoció que había disfrutado más como alcalde de Sevilla, y es que los tres meses en el ministerio dice que le han parecido tres años…Nos dijo que hay que erradicar la violencia y los insultos en los estadios, que aunque no justifica el gesto de Ramos, nadie tiene por qué aguantar desde que sale al campo los insultos y más si son hacia una madre. Que los biris son una cosa y los violentos otra, pero los violentos han dado pie a que se impongan ciertas medidas.
Más contundente fue Javier Tebas que confirmó que La Liga proporcionará seguridad a Zozulya si juega en el Rayo porque no se puede permitir que alguien, por sentir miedo, no pueda ejercer su derecho al trabajo, y advirtió del peligro de los tribunales populares.
El asunto ya cansa y nos deja mal a todos. Ayer, Josean Querejeta, que desea jugar en San Mamés ,se lo solicitó al presidente del Athletic. Bien, pues Josu Urrutia no se dignó cogerle el teléfono. No se me ocurre mayor desprecio. Para Urrutia no existe ni la solidaridad entre colegas ni la solidaridad entre vascos, probablemente porque él no se juega su patrimonio, como sí lo hace Querejeta. Y luego está el caso del Barça: San Mamés le parece una buena opción, pero Bartomeu considera que políticamente está en la obligación de pedir el Bernabéu. Sin otro motivo que justificarse ante quienes buscan el incordio. Y así andamos, con los clubes pasándose facturas y con la Federación incapaz de acabar con un bochorno que se repite cada año. En resumen, que todo nos acerca a la casilla de salida: que la final se juegue en el Vicente Calderón y que el estadio de Manzanares se despida entonces del fútbol. Y en verdad que viendo estas mezquindades, dan ganas de despedirse, y no volver.