José Ramón de la Morena: "Courtois me transmitió mucha verdad"

Enfundado en una sudadera negra con capucha y unos tejanos, que le daban aspecto de universitario ilustrado, Courtois es un tipo culto e interesante, que no se escuda en tópicos.

Contesta con certeza todas las preguntas, incluso las más incómodas. Hijo de padres profesionales del voleibol, se vio jugando en el Atleti cedido por el Chelsea, y lo recuerda con cariño y agradecimiento, y que fue una de sus mejores decisiones, aunque le dolieran mucho los insultos en el Metropolitano.

Se ve como uno de los mejores, y si tuviera que elegir él a uno nos dijo que elegiría a Oblak. Habla regularmente con Hazard porque dice que son muy amigos, y que le gustaría verle pronto en el Madrid. Con Keylor Navas dice que tiene una relación correcta de compañeros, pero no es una relación de amistad como la que me dijo tener con Carvajal, Asensio, Bale, Ceballos, Reguilón e Isco…

Me habló de la soledad del portero y de las porterías, la más impresionante es la del Bernabéu, pero teniendo el público a favor se hace más pequeña. Cree que este no ha sido un buen año para su equipo pero que lo mejor está por venir. Le apasionan sus dos hijos que viven en Madrid con su ex mujer, donde va a recogerlos todos los días para llevarlos al colegio y luego los vuelve a llevar. Le duele verse en la prensa del corazón y que esas fotos se mezclen después con los resultados del equipo para explicar alguna derrota. Todo lo encara Courtois con un castellano perfecto, sin tener que repetirle ni matizarle las preguntas. Uno de los mejores porteros del mundo que transmite seguridad y fiabilidad cuando habla, porque te mira de frente cuando responde.