Y es otra pandemia que nos está atacando sin piedad a los estados de ánimo, que es con lo que tenemos que defendernos de todo, incluidos todos los virus. Quiero creer en esa vacuna que han encontrado los chinos y que puede cortar pronto esta pesadilla, quiero creer en que la primavera nos subirá las temperaturas y lucirá el sol y finalizará este gran encierro general, y que volveremos a oír el griterío de los niños a las puertas de los colegios, y que volverá el fútbol, no sé si en los primeros días de mayo, como me dijo Tebas anoche en El Transistor, o en la segunda semana, o en la tercera, pero necesitamos volver a discutir de fútbol, y del VAR y de los árbitros. Necesitamos la naturalidad vulgar de lo habitual, porque necesitamos vivir como antes, cuando nos quejábamos por cosas que ahora nos parecen nimiedades estúpidas.
Necesitamos hacer el esfuerzo de ser optimistas aun sabiendo que nos falta por subir la cuesta más dura, según dijo ayer el Presidente. Pues subamos todos esa cuesta, pero tenemos que protegernos también contra esa epidemia del pesimismo. Mira a tú alrededor, y seguro que encuentras motivos importantes para seguir trabajando por ellos….sé que está de moda el pesimismo y que ahora es el lenguaje de la calle, pero siempre se es pesimista por los últimos datos, y siempre se es optimista por voluntad y por ilusión, y cada uno debe construirse la suya.