CON JAVIER CANCHO

Historia de los remitentes desconocidos

¿Cuánto hace que no reciben una carta escrita de puño y letra? ¿Recuerdan la sensación que sentía?

Javier Cancho

Madrid | 22.10.2019 11:14

Están a punto de cumplirse 10 años de los misteriosos acontecimientos ocurridos en la localidad de Cushendall. Cushendall es un lugar que está al norte de Irlanda del Norte. Y en ese pueblo, cuando todo aquello sucedió, en 2009, había cerca de un millar de habitantes censados. Y fueron 467 vecinos los que en la misma fecha recibieron 467 cartas. De modo que en casi todas las casas de Cushendall -aquel día de hace 10 años- hubo correspondencia. Y ninguna de aquellas cartas era igual a las demás, todas eran distintas. Aunque, todas tenían algo en común: en ninguna había remitente.

No eran cartas amenazantes, todo lo contrario. Los vecinos explicaban que eran cartas bonitas. Pero, hubo mucho revuelo. Algunos sostenían que por el contenido de aquellas líneas estaba claro que quien las había escrito les conocía perfectamente. Conocía a todo el pueblo, decían. Pero, quién era. Debía ser alguien que hubiera vivido allí. O, quizá, era alguien que allí vivía todavía, entre todos ellos. Hubo unas cuantas conjeturas, y como siempre: algunos recelos.

Unos meses después, acabándose ya el 2009, ocurrió algo parecido pero al otro lado del océano. Fue en un lugar llamado Polish Hill, cerca de Pittsburg, en Estados Unidos. Y en aquella ocasión, fueron 620 las cartas misteriosas que se recibieron. Nuevamente, las cartas llevaban contenidos personalizados. Respecto a Cushendall, en Polish Hill hubo una diferencia. No en todas, ni siquiera en la mayoría, pero sí en algunas de aquellas cartas, los destinatarios eran informados de que pronto su pueblo recibiría una visita. Había en aquella revelación algo intrigante.

Algunos vecinos, pocos, consideraron que aquello escondía una amenaza.

Unas semanas después de la llegada masiva de cartas a Polish Hill, de remitentes desconocidos, fueron los desconocidos remitentes los que llegaron a aquella localidad del estado de Pensilvania. Eran dos artistas, llamados Michael Crowe y Lenka Clayton. Una vez allí explicaron a los vecinos que tardaron dos semanas en escribir las 620 cartas. Y con el misterio resuelto hubo algarabía.

Lo que hicieron los artistas Crowe y Clayton quizá partiera de un libro titulado 'Carta de una desconocida', del novelista austriaco Stefan Zweig. En esa historia, un tipo llamado R recibe una carta sin remitente el día de su cuadragésimo primer cumpleaños. La carta es la confesión de una mujer que le ha estado amando en secreto durante más de tres lustros. Ella, en la carta, recuerda detalles de la vida de R que él había olvidado. También le cuenta una pérdida.

"Mi hijo murió ayer. Durante tres días y tres noches he tenido que luchar con la muerte que le rondaba. Permanecía sentada al lado de su cama 40 horas. Sostuve paños fríos sobre su sien que ardía. La tercera noche me derrumbe, se me cerraban los ojos. Y estando dormida se murió. Esta muerto y no quiero volver a mirarlo para no tener esperanzas, no quiero engañarme otra vez".

"Lo sé, mi hijo murió ayer, ahora sólo te tengo a ti en el mundo. Sólo te tengo a ti que no sabes nada de mí".