Les había dicho a sus padres que si esto ocurría alguna vez, su última voluntad era salvar la vida de otros. Así que decidieron trasplantar varios de sus órganos a otras personas, convirtiéndose en la donante que ha ayudado a más gente. Para Sophy, profesora de teatro, y Harvey, director de una constructora, no fue una decisión fácil pero sabían cuál era el deseo de su hija.
Ella se dio cuenta de lo importante que era y deseaba hacerlo si ocurría algo. Nos dejó explicados todos los detalles, sin pensar que pudiera pasar. Ambos están orgullosos de haber hecho el bien respetando la voluntad de Jemima. El corazón, el intestino delgado y el páncreas fueron trasplantados a tres personas diferentes mientras que dos personas recibieron sus riñones. Su hígado fue dividido en dos y trasplantado a otras dos personas, y sus dos pulmones fueron a parar a un mismo paciente.
Los padres de Jemima encontraron después de su muerte varios diarios y cuadernos que la niña había guardado desde los cuatro años. Ahora se han convertido en un libro, llamado 'The Project', cuyas ventas se destinarán a recaudar fondos para la caridad.