El relato del horror. El testimonio emocionado y sincero de Pedro Sánchez. "Nos hemos conmovido por los relatos de los vecinos y los militares en Ucrania", ha comenzado el presidente que ha visto la guerra en su escenario. Ha podido sentir el frío de la destrucción, el murmullo del dolor y el olor de la muerte en el ambiente. Ese presidente elevado y distante que en el infierno ha cobrado humanidad. Ha renovado el apoyo y comprometido más armas.
Sánchez ha señalado al lugar en el que queremos ver a Putin, la Corte Penal Internacional. El ministro de Defensa ruso ha formalizado ante el tirano lo que llaman la "liberación" de Mariúpol. Tanta mentira y tanta crueldad. Siguen sin permitir que se evacúe a la población civil de Mariúpol. Son 120.000 personas.
El Gobierno va avisando a Núñez Feijóo que su propuesta de reducción de impuestos es algo del pasado y hasta viejuno. Desde la patronal, Garamendi se sitúa más en el lado Popular y señalan que no les parece algo del pasado.
Al Gobierno se le ha puesto de uñas sus socios por el caso del espionaje. No hay constancia de que le hayan espiado pero es sabido que si la verdad no casa con sus tesis, el independentismo victimista es muy de desautorizar a la verdad. En el Gobierno no reaccionan con el mismo ímpetu que cuando las acusaciones vienen desde el otro lado. Mientras Aragonés habla de romper relaciones e incluso de promover el independentismo.