El monólogo de los ocho

Rafa Latorre: "Podemos sabe que una enmienda de su ley sería una impugnación del proyecto estrella de Irene Montero"

El monólogo de Rafa Latorre en La Brújula con su visión del día.

ondacero.es

Madrid | 30.01.2023 21:12

Vamos con la mascarada nacional. ¿Cuántas veces habrán prometido portavoces socialistas que van a enmendar el fiasco ley del sí es sí? Fue publicada en el BOE 7 de septiembre de 2022. Ha reportado beneficios penales ya a cerca de 324 delincuentes sexuales, decenas de ellas excarcelados prematuramente.

No es verdad que sea una minoría de jueces la que esté haciendo una aplicación torticera de la ley. Al menos 11 TSJ autonómicos y 30 audiencias provinciales han aplicado la ley del sí es sí en beneficio de algún delincuente sexual condenado en firme. Así que no parece que se trate de una interpretación aislada ni minoritaria.

Tantos meses después, la parte socialista asume que no puede seguir sufriendo el desgaste de vivir atrincherado en el error. Se suele utilizar la metáfora del goteo para referirse al conteo diario de casos de delincuentes sexuales beneficiados por la ley. Sin ser demasiado original, es una metáfora muy útil porque puede que haya caído ya la gota que ha colmado el vaso. Se trataría de la puesta prematura en libertad de un violador en Lérida con 17 violaciones en su historial. Cualquiera se puede imaginar cuál es la prognosis de reincidencia de un violador con 17 violaciones. Pues elevada. La prognosis de reincidencia es la probabilidad de que lo vuelva a hacer. Como bien advirtió Instituciones Penitenciarias es elevada.

Así que ahora, sí. Sí es sí. Sánchez le ha dicho a sus ministros que difundan la noticia de que con el acuerdo de Podemos o sin él, la ley va a ser reformada.

De hecho puede que sea reformada contando con los votos del PP, que se opuso en su día a la aprobación de esta ley y que ahora sin embargo considera que el mal menor es ponerle un remiendo que al menos apacigüe la alarma social que se ha provocado. Porque a los casos sentenciados se le va a seguir aplicando la lectura más beneficiosa del Código Penal, eso significa que no se va a frenar el goteo de rebajas y excarcelaciones.

Lo que ahora propone el PSOE es subir las penas más bajas, pero Podemos se resiste, porque sabe que una enmienda de su ley sería la certificación de un proceso y una impugnación del proyecto estrella de Irene Montero

Así que los dos partidos de la coalición vuelven a enfrentarse por esta ley, ya veremos con qué consecuencias, porque entre otras lo que está tratando de hacer circular desde ayer Irene Montero es que el PSOE se ha vencido a la presión de poderes reaccionarios. Pero no deja de ser postureo para que no parezca lo que verdaderamente es. Porque esta misma tarde la Secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez Pam, ha dicho que a lo que se oponen es a que se toque la esencia de la ley (lo del consentimiento) no a que se modifiquen las penas.

Da a entender la Secretaria de Estado que está abierta a corregir el desatino de las penas que es el meollo de la cuestión. El resto es puro relato para salvar la cara porque nadie en el PSOE ha dicho que se quiera cambiar otra cosa.

La frase fetiche de esta ley es esto de poner el consentimiento en el centro. Es una frase vacía. De siempre, no de ahora, sino desde que existen los códigos penales, la distinción esencial entre lo que es o no una violación la marca el consentimiento. ¿Qué si no? Otra cosa es la diferencia, en función de las circunstancias, que se hacía entre abuso sexual y agresión sexual, ambas violaciones.

Lo que pasa es que esa distinción permitía a los jueces afinar más a la hora de condenar y prueba de ellos es que al ampliar el margen discrecional del juez hay condenas, no pocas, unos cientos, que se han visto rebajadas.

La brecha en la coalición es un hecho. El enfrentamiento entre los dos socios de Gobierno es un hecho. Ahora hay que ver si Podemos está dispuesto a sobrellevar la desautorización. Un detalle nada marginal.

Cuenta en El Independiente Cristina de la Hoz que Yolanda Díaz se ha alineado en esto con el PSOE y está tratando de convencer a Igualdad de la necesidad de aceptar lo inevitable. Así que la ofensiva reaccionaria se está ensanchando y ensanchando hasta llegar a Izquierda Unida, que también consideraría necesaria una corrección de la ley.

En cualquier caso, a pesar de prestar sus votos para corregir la ley, el PP no se ha privado de señalar una vez más al Gobierno responsable del fiasco. Con especial dureza, como suele ser habitual, la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso.