Sería de muy mala educación recibir como agoreros el 2023, por más que el FMI y otros organismos nos adviertan del frenazo económico. Dense una tregua, por lo menos, que hoy para la mayoría de los españoles es el primer día laborable del año y toda resaca es depresiva. Imagínense el abismo oscuro, negro, profundísimo, en el que se van a levantar mañana los mil o mil quinientos sujetos que siguen de fiesta desde hace cuatro días en una rave ilegal en una localidad de Granada que se llama La Peza.
Igual alguno nos está escuchando en un receso del house, por eso de enterarse de cómo están las cosas por el mundo exterior. Bueno, mañana se incorporan al trabajo los andaluces, los murcianos, aragonés, castellanos y leoneses y asturianos. Mucho ánimo y recuerden que aún nos queda el repechito de los Reyes Magos antes de la cuesta de enero.
Reciban nuestro saludo y nuestros mejores deseos para 2023, de parte del equipo de la Brújula, si se incorporan a esta hora a la sintonía de Onda Cero. Si quieren les hacemos compañía y les contamos las noticias, estaremos por aquí hasta las 11.30, las 10.30 en Canarias.
Hoy el mundo está despidiendo a dos líderes de carácter, naturaleza y carisma muy distintos pero de indudable relevancia histórica. Y que a su manera despiertan también el fervor de una feligresía.
Atiendan a las diferencias y a las coincidencias en la liturgia. El cuerpo de Benedicto XVI está siendo velado en el Vaticano, en la Basílica de San Pedro por donde han ido pasando miles de fieles desde primerísima hora de la mañana. Uno 60mil se calcula que habrá acudido a despedir al Papa intelectual desde primerísima hora y hasta las siete de la tarde en que se ha cerrado al público.
El hombre que ha facilitado que el año comience con su primer hecho anómalo. Un Papa será enterrado sin que otro Papa sea luego elegido en un conclave y la razón es que Benedicto XVI tomó en su día la decisión consciente, cabal e inaudita en 600 años de abdicar y retirarse a meditar y orar discretamente hasta que le llegase el día de la muerte. Se convirtió así en el Papa emérito. El otro Papa y su presencia pública se redujo a la mínima expresión, nunca mejor dicho.
Se le esperaba en el trono de San Pedro como a un hombre de férrea ortodoxia y lo que hoy se recuerda es su empeño por abrir los archivos vaticanos y limpiar de maleza la viña del señor, que lo que allí encontró el bueno del Papa Ratzinger debió de ser tan frondoso y tan difícil de extirpar que confesó que era una tarea demasiado ardua para un hombre.
No fue el más popular, porque tampoco fue el más populista, y basta comparar el tono de su pontificado con el actual para entender que aunque se crea en los mismo dogmas hay formas muy distintas de ser Papa.
La otra liturgia fúnebre de interés mundial se está desarrollando en Brasil. En el Estadio Urbano Caldeira de Santos, en el Estado de Sao Paulo.
El coche fúnebre con los restos de Edson Arantes do Nascimento ha llegado hace un par de hora al Estadio del Santos, el club en el que militó durante buena parte de su carrera. Allí los aficionados se despiden del ídolo brasileño antes de su funeral.
El féretro de Pelé, en el centro del campo y los aficionados podrán presentarle sus respetos durante 24 horas antes de una procesión por las calles de Santos para homenajear al mito.
¿Qué cabe esperar de 2023? Miren si algo nos ha enseñado la década de los 20 es que no conviene esperar nada, porque hasta las más disparatadas expectativas se ven pronto superadas. Ahora, aún a riesgo de descalabrarnos vamos a ¿Habrá frenazo económico? Lo habrá, sin duda: la previsión más optimista así lo vaticina. ¿Se solucionará la crisis política? ¿Llegará una época de concordia? Ahora mismo estamos en un momento de pura distensión, pero no se acostumbren porque este año nos va a traer una campaña electoral por semestre así que es previsible que todo se recrudezca.
Hoy hay encuestas en los periódicos que abran encendido todas las alarmas en la Moncloa. Porque Pedro Sánchez sale muy mal parado de la derogación de la sedición, de la rebaja de malversación, de todo el rosario de concesiones a los independentistas coronado por un intento de trastocar las mayorías para elegir la composición del Constitucional. Muy mal parado. Las encuestas de Sigma Dos en El Mundo y de Metroscopia coinciden en darle 135 escaños al PP de Feijóo y en hacer caer por debajo de los 100 al PSOE de Sánchez, que se quedaría en el entorno del 24%. Fíjense cómo ilustra El Mundo el desgaste del PSOE: «625.000 votantes se van al PP y 810.000 dudan qué hacer»
Es lo que se llama un sondeo crítico, de estos que deben haberle puesto los pelos de punta a aquellos barones socialistas y a aquellos alcaldes socialistas que en mayo se juegan revalidar su cargo.
El Constitucional ha sido renovado y el plan del Gobierno ha quedado congelado. Ahora la incógnita es si Candido Conde Pumpido logrará su ansiada presidencia del órgano de garantías. Es un puesto importante, por su relevancia, porque es una autoridad del Estado y porque tiene un voto de calidad para decantar las decisiones divididas. Prueba de la enorme importancia del cargo es el empeño que el Gobierno y una parte del CGPJ han puesto para que sea precisamente él y sólo él quien ostente la presidencia del Tribunal Constitucional. Pero eso no está garantizado.
Hoy ha estado en Más de Uno con Carlos Alsina, la magistrada Maria Luisa Segoviano. Se trata de la candidata que aceptaron los progresistas en sustitución de Bandrés. Segoviano no revela cuál es su voto para la presidencia, así que alimenta el suspense.
Y también le preguntó Alsina por una cuestión obligatoria en este curso que comienza. Que es que le parece el derecho de autodeterminación y si el Constitucional estaría dispuesto a estudiarlo.
Bien es cierto que antes decía que la Constitución estaba magníficamente escrita y que nos daría para muchos y allí se proclama la indisoluble unidad de la nación española, así que la lectura benévola es que efectivamente una cosa es estudiar lo que se les presenta y otra es que la Constitución ofrezca algún resquicio para celebrar un referendo, que tal cosa no parece posible. Esta es una cuestión fundamental porque no pocos se malician que entre los planes de Sánchez se encuentra disfrazar una consulta en Cataluña con algún ropaje legalista, porque Aragonés lo ha pedido públicamente y no se caracteriza Sánchez por negarle nada al presidente de la Generalitat.
Un ingenuo dirá… ¿cómo va a ser posible un referendo si Sánchez ha negado que lo vaya a aceptar? Claro, precisamente porque ha negado que se vaya a celebrar.