EN LA BRÚJULA

El monólogo de las ocho: "El Tribunal Constitucional desmonta la sentencia de los EREs, el mayor caso de corrupción de la democracia"

El monólogo de Rafa Latorre en le que reflexiona sobre la sentencia de los EREs que está desmontando el Tribunal Constitucional.

Rafa Latorre

Madrid |

Hoy la selección española no se juega nada más que redondear una fase de grupos tan promete que da licencia para soñar. Si ustedes han seguido la Eurocopa verán como no se le ocurre otro combinado que se haya mostrado tan superior a sus rivales. ¡Ya ven cómo lo ha pasado Alemania para ser primera de grupo!

España ya está clasificada y ya nadie le arrebatará el primer puesto de su grupo. Se va a enfrentar a un rival todavía por determinar. Pero en cualquier será un tercero. El tercer clasificado de los grupos A, D, E o F. O sea, eso que antes llamábamos, uno de los de la repesca.

Con Albania hoy no nos jugamos nada pero es un partido muy útil para hacer pruebas, para sacar a jugar a los seleccionados que aún no lo han hecho, para dar descanso a los que acumulan más minutos. Ustedes podrán escucharlo aquí en el Radioestadio de Edu García, con el mejor equipo de expertos y con los enviados especiales a Alemania. Entre los que se encuentra Alfredo Martínez.

Quizá no sea lo más llamativo. Pero es de los más grave de lo que está ocurriendo. Quizás sea de una apariencia demasiado técnica. Pero ya verán como se entiende bien. El Tribunal Constitucional se ha puesto a desmontar la sentencia de los EREs, el mayor caso de corrupción de la democracia, como si fuera un órgano jurisdiccional. Y no lo es, es un órgano de extracción política, con exministros entre sus magistrados, y le llamamos tribunal para entendernos, porque es en realidad un órgano de garantías. El máximo tribunal jurisdiccional en este país es el Supremo y el Constitucional no es un tribunal de casación del Supremo y no puede entrar a enmendar sentencias penales y es lo que está haciendo. En favor, además, de unos políticos del partido que nombró a la mayoría de los magistrados, como son los socialistas andaluces que cometieron o permitieron el fraude masivo de los ERE.

Es verdad que en algo ha mejorado la cosa. La anterior sentencia la conocimos gracias a un mitin de Pedro Sánchez, que celebró la revisión de la condena de la exministra Magdalena Álvarez. Esta nueva decisión la conocemos gracias una información de El Español.«El Constitucional se dispone a quitar el delito de malversación a Griñán y su ‘número dos’ en el caso de los ERE».

Les leo una noticia: «El Tribunal Constitucional debatirá en el pleno que comienza la próxima semana una ponencia sobre el caso de los ERE, conocida por El Español, que exonera por completo del delito de malversación de fondos públicos a Carmen Martínez Aguayo, que fue número dos de José Antonio Griñán en la Consejería de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucía».

«El TC se dispone a desmontar el principal de los delitos objeto de condena en el mayor fraude institucional en el reparto de ayudas sociolaborales, que ascendió a 679,4 millones de euros». Esto es un escándalo. Porque el Constitucional se comporta como un órgano suprajudicial, que encima actúa para garantizar la impunidad de unos políticos corruptos.

El Constitucional no puede reinterpretar los tipos penales porque no son jueces independientes, ni siquiera todos son jueces y son nombrados por el poder político. De ahí que las mayorías sean siempre las mismas: 7 a 4. Verán como la votación será de 7 a 4. Pueden ustedes apostarse lo que quieran con sus amigos: 7 a 4.

El magistrado César Tolosa lo explicaba muy bien en uno de los votos particulares de la sentencia que afectaba a Magdalena Álvarez: «La sentencia ha devastado los límites de la jurisdicción constitucional, al irrumpir en el ámbito reservado a la jurisdicción ordinaria y suplantar la función del Tribunal Supremo como máximo intérprete de la ley».

Sobre esto, varias consideraciones político-judiciales. Cómo estará la tolerancia con la corrupción que apenas provoca indignación que se vayan garantizando la impunidad de políticos socialistas justo cuando hay una investigación sobre la posible corrupción que anidó en el corazón del partido y del gobierno: en esa intersección entre el partido y el Gobierno que era José Luis Ábalos. Secretario de Organización socialista y el ministro con el mayor presupuesto y que maneja las infraestructuras. Y el Gobierno extendiendo un manto de impunidad sobre los malversadores del procés mediante la amnistía, porque son sus socios, y el Tribunal Constitucional desmontando la sentencia del Supremo sobre los ERE.

Esto es la política dinamitando la justicia. Y esto ocurre justo además cuando parece que el PSOE está a punto de llegar a un acuerdo para la renovación del CGPJ con el PP.

Es un asunto endiablado, porque es verdad que el bloqueo ha conducido a una situación crítica a la Justicia. Pero cuando se renovó al TC, también mediante acuerdo entre partidos, el PSOE terminó imponiendo a un exministro de Justicia de Sánchez y a un cargo de confianza de la Moncloa. ¿Qué habrá preparado ahora? Porque además, con Vox y con Alvise a la derecha, el Gobierno siempre podrá preparar alguna reforma, filtración o escándalo para dejar al PP como entreguistas.

El monólogo de las ocho: "El Tribunal Constitucional desmonta la sentencia de los EREs, el mayor caso de corrupción de la democracia"