EN LA BRÚJULA

El monólogo de las ocho: "Sánchez ha convertido al PSOE en un partido vertical sin atisbo de vida orgánica"

Rafa Latorre reflexiona en su monólogo sobre el discurso de Sánchez en el Congreso.

Rafa Latorre

Madrid | 31.05.2023 20:59

Hoy Sánchez le ha dirigido en el Congreso un discurso asombroso a los parlamentarios del grupo socialista. Pero más asombroso todavía ha sido el aplauso con el que ha sido recibida esta frase. Parecían aquellos Comités del PCUS en los que las ovaciones duraban horas porque nadie se atrevía a ser el primero en dejar de aplaudir. Cuando uno lo escucha no puede dejar de preguntarse: «¿Pero esta gente no ha entendido nada?» Bueno es que es muy difícil «conseguir que una persona entienda algo, cuando su salario depende de que no lo entienda. Y todos los que aplaudían le deben su sueldo al secretario general y aspiran a conservarlo ingresando de nuevo en una lista electoral.

Aquí Sánchez les está confesando la consideración que le merece su Consejo de Ministros y cómo se toman las decisiones en el Partido Socialista, que él ha convertido en un partido vertical sin atisbo de vida orgánica. Ahora que le vaya a contar esto a los presidentes autonómicos, a los alcaldes y a los miles de cargos que han perdido el empleo por su culpa y nada más que por su culpa. Si el Comité Federal tuviera atributo, ya vería, pero él lo castró con un reglamento que aniquiló cualquier vida orgánica en el PSOE. Lo que se escuchan por el momento en público son sólo una tenue prolongación de lo que se está diciendo en privado.

No tiene ningún reparo en mostrar de forma tan descarnado su rencor hacia el electorado

Ahora que lo más sorprendente del discurso de hoy de Sánchez no ha sido desde luego la reacción de sus parlamentarios, que ya digo que eso entra dentro de las miserias de la vida partitocrático. Lo de verdad inaudito de estas elecciones no es que se vaya a votar en julio sino que quien las ha convocado no tiene ningún reparo en mostrar de forma tan descarnado su rencor hacia el electorado.

«Vamos a esclarecer esto». Hombre, lo normal, incluso lo aconsejable, es ocultar tu resentimiento hacia los votantes decir, hemos aprendido la lección y tomamos nota del veredicto de las urnas, pero no, es que ha planteado estas elecciones como un desafío contra los votantes que le han procurado una derrota humillante. ¿Autocrítica? Sí, sí, ven aquí te voy a hacer yo a ti la autocrítica. No sé si es el primer derrotado en unas elecciones que le pide una autocrítica al electorado. Quizás hay algún precedente, pero no se me ocurre.

La cuestión es que hoy Pedro Sánchez ha esbozado cuáles son las líneas de su campaña. No será la economía ni las medidas del Gobierno ni las bondades de su mandato ni la pacificación de Cataluña va a ser convencer al electorado de que un señor de Los Ancares llamado Alberto Núñez Feijóo es una especie de trumpista galaico capaz de asaltar el Congreso si no logra la mayoría. Es una estrategia arriesgada, porque ya lo ha aprobado con otros actores mucho más creíbles en el papel y jamás le ha funcionado. Pero recuerden que esta campaña ha empezado con un vídeo en el que se pinta a Borja Sémper como el dóberman del siglo XXI del Partido Popular.

No es la mejor estrategia la de demostrar tu enfado con el electorado antes de pedirle el voto

No es la mejor estrategia la de demostrar tu enfado con el electorado antes de pedirle el voto. Pero ya les digo que este discurso pide psicoanálisis. Luego además es que la ira ciega. Ciega de del tal manera las conciencias que a uno le cuesta percatarse de lo que dice. Después de haber vaticinado el apocalipsis trumpista porque Feijóo le ganó las elecciones, ha atacado ferozmente a los medios de comunicación y ha denunciado una conspiración. No se da cuenta de que eso es lo que hace el trumpismo, atrincherarse en el Gobierno, negar el veredicto de la urnas y culpar a los medios tradicionales de difundir infundios y mentiras para derribar su Gobierno.

El trumpismo es eso el inducir un estado de paranoia colectivo contra los medios de comunicación, el empresariado, las instituciones democráticas. En cualquier caso, ya no hay marcha atrás esta será la campaña. La tercera o cuarto cruzada contra el fascismo que Sánchez emprende desde hace un par de años. Para esto Sánchez ha plantado a los empresarios del Círculo de Economía. Mientras tanto, a su alrededor hay algunas críticas, desde luego ahogadas por la inminencia de la campaña electoral, que apacigua mucho a los partidos. Y además algún testimonio embarazoso de sus socios de legislatura. Que ahora se sorprenden mucho de que Sánchez reniegue de ellos.