Ya está. Los terceros presupuestos de la era Sánchez. Y los últimos, seguramente. Hace unos minutos atendía a los medios en el patio del Congreso.
Presupuestos del Entendimiento
¿Por qué los llama los Presupuestos del Entendimiento? Bueno, es un envoltorio bonito para un contenido que no lo esta tanto. Otra vez Sánchez ha logrado un entendimiento con Bildu y con Esquerra, dos pilares de la legislatura. Respecto de Esquerra, ha esperado otra vez hasta el último minuto para arañar a última hora alguna concesión extra. Y así ha sido, porque ha logrado una promesa de inversión para Cataluña de 900 millones extra.
De Bildu es muy destacable cómo ha ido creciendo en importancia desde el comienzo del mandato de Sánchez. De sus tímidas pero decisivas abstenciones de antaño a sus orgullosos votos a favor de ahora, premiados con numerosas concesiones algunas tan simbólicas como la que permite que Oskar Matute le diga «¡Circulen!» a la Guardia civil que ya ni dirigirá el tráfico en Navarra.
A la vez que crecía la importancia de Bildu de entre la mayoría que sostiene al Gobierno, también ha crecido la desinhibición con la que Sánchez pacta con ellos
Hoy los voceros del oficialismo se han obstinado en justificar que Bildu se haya convertido en el socio principal del Gobierno de Sánchez. Lo mejor para entenderlo es acudir a las fuentes primarias y escuchar cómo Arnaldo Otegi explica su pacto con Pedro Sánchez. Hoy, en una entrevista con Europa Press, el líder de Bildu y antiguo miembro de ETA Arnaldo Otegi.
A la vez que crecía la importancia de Bildu de entre la mayoría que sostiene al Gobierno, también ha crecido la desinhibición con la que Sánchez pacta con ellos. Hoy, de hecho, tras convertirlos en socio principal, aun por encima de Esquerra, de los Presupuestos, Pedro Sánchez se ha dirigido a algunos dirigentes de la izquierda que no se atreven a concitar determinadas mayorías para impulsar los cambios. Se entiende todo muy bien, a pesar que sea una frase bastante elíptica.
O sea, por hacer una interpretación para despistados, que si quieres cambiar las cosas hay que someterse a pactos con Bildu o Esquerra y aquellos en el PSOE que no lo entiendan es porque no son valientes… o son perezosos. No como él que ama el cambio. Así sin más. El cambio. A lo que se podría replicar: ¿El cambio? Hombre, pues depende para qué.
Si quieres cambiar las cosas hay que someterse a pactos con Bildu o Esquerra y aquellos en el PSOE que no lo entiendan es porque no son valientes
Buenas tardes, bienvenidos todos a la Brújula. En la sintonía de Onda Cero. Hoy todo pasa por el Congreso de los Diputados, donde no sólo se dedican sus señorías al aprovechamiento de la trifulca, ya sea en el papel del agresor o de la víctima. Hoy se han admitido a trámite los nuevos impuestos, que hay correr para empezar a recaudarlos cuanto antes, aquí demorarse un solo ejercicio puede suponer una terrible merma en la recaudación y hay que recaudar para sufragar los Presupuestos-con-más-gasto-de-la-historia, que ya les hemos contado que se han aprobado esta tarde, hace apenas media hora, y han quedado sellados con el clásico aplauso a la ministra de Hacienda María Jesús Montero y el reparto de abrazos y besos.
La derogación del delito de sedición
Pero además también se va a votar algo muy relacionado con esto, por más que lo niegue el Gobierno. No es un nuevo impuesto es más bien un nuevo peaje. Uno especialmente oneroso. Hablamos de la derogación del delito de sedición, que permitirá que desaparezca del Código Penal el delito por el que fueron condenados los independentistas del procés, hoy socios del Gobierno. No sé si ya ha empezado el debate. Vamos a conectar con el Congreso. Jefe de Nacional de Onda cero, Juan de Dios Colmenero
Luego, además de todos estos trámites tan relevantes… Fíjense, una Ley de Presupuestos, la derogación del delito de sedición, nuevos impuestos... Menudo día... pues además de todos estos trámites tan relevantes hoy se ha prolongado el enfrentamiento entre Vox y Podemos tras las insultantes alusiones personales proferidas por una de las diputadas de Vox a la ministra Irene Montero. Seguimos en el Congreso.