en la brújula

El monólogo de las ocho: El PSOE pasa de la Eurocámara y vuelve a la complicidad con Marruecos

El monólogo de Rafa Latorre en La Brújula en el que analiza la actualidad política

ondacero.es

Madrid | 23.01.2023 20:58

En realidad el día no tiene 24 horas. Esto lo explicó un señor que se llama Xiadong Song cuando comprobó que el núcleo de la Tierra giraba a más velocidad que la superficie y revolucionó con ello el estudio del planeta. Hace 1.400 millones de años, un día en la Tierra tenía menos de 19 horas y pronto será aún más corto de lo que es. Unas fracciones de segundo menos. Hoy ese señor, junto a otro llamado Yi Yang ha publicado un artículo fundamental en la revista Nature Geosciencie en el que confirma que el núcleo de la Tierra, esa bola de 1200 kilómetros más candente que el Sol, se ha frenado y que incluso empieza a girar en el sentido contrario. Así que esto tendrá algún efecto, porque ese giro es el que cumple la vital función de dotar a la Tierra de un escudo electromagnético.

Así que por de pronto, días más cortos y algunos efectos más en el clima y en el nivel del mar. Esto tiene la ventaja de lo inexorable. Quiero decir, como esto no es culpa de nadie ni hay forma de arreglarlo, solo cabe la resignación. No se puede hacer una política de reversión del giro núcleo. De hecho hace ya algunos años, los rusos intentaron alcanzar el núcleo de la Tierra y comprobaron que era del todo imposible, siquiera acercarse. Así que no se preocupen, que no servirá de nada.

Aquí en la corteza terrestres, ha ocurrido por ejemplo que Marruecos ha contestado airadamente a la resolución de condena que el Parlamento Europeo.

Los grupos parlamentarios de Marruecos han decidido "reconsiderar" su relación con el Parlamento Europeo. Lo han hecho después de que esta aprobara el pasado jueves una resolución que criticaba la situación de libertad de prensa en el país, así como la supuesta trama de sobornos para ganar influencia en Bruselas.

Todo esto es perfectamente previsible excepto por una pieza que está suelta. Es perfectamente entendible y coherente que la Eurocámara apruebe una condena de la encarcelación de periodistas y la persecución de la libertad de expresión. Entra dentro también de lo previsible que Marruecos reaccione con su habitual acusación de colonialismo e incluso racismo a quienes señalan sus políticas autocráticas.

La pieza suelta, lo que resulta del todo incomprensible y convendría que alguien lo explicara es la posición del PSOE en este asunto y en cualquier otro relacionado con Marruecos. El PSOE se descuelga del acuerdo comunitario y actúa con una complacencia con el régimen de Marruecos que sólo puede calificarse de complicidad. Es más grave aun si tenemos en cuenta de que un periodista español con nombre y apellidos, Ignacio Cembrero, está siendo acosado por el régimen de Mohamed VI. Ese periodista está realmente asombrado con la actitud que mantiene el PSOE y por extensión el Gobierno en ese asunto. Es incluso incapaz de sumar sus votos para una resolución de condena de la Eurocámara. Qué es lo que deben o temen los socialistas españoles es la pregunta. Y también la influencia una vez más de José Luis Rodríguez Zapatero, cuya cercanía al régimen es perfectamente conocida.

Estas palabras de Alberto Núñez Feijóo han servido para rubricar un compromiso, adquirido nada menos que en el Oratorio de San Felipe Neri, en Cádiz,, allí donde se rubricó la Pepa. La Constitución de 1812. Allí ha presentado una serie de propuestas que suenan muy bienintencionados como la despolitización de la Justicia, la regilación del debate del Estado de la Nación, la profesionalización de la gestión del CIS o RTVE, la mayor autonomía de la Fiscalía General del Estado… Ese tipo de promesas que un político suele extraviar en la mudanza de la oposición a la Moncloa. Así que celebremos que el día de hoy tenga al menos el valor notarial. Se lo recordaremos en caso de que el éxito electoral en las generales permita poner a prueba su palabra.