Como no hay campaña sin huesitos, hoy hemos conocido que la exhumación de Primo de Rivera se producirá el próximo 24 de abril, así lo ha fijado el Gobierno. No falla. En cuanto se avecina una campaña, se empieza a abrir las tumbas. Van a tener que dosificar muy bien los cadáveres porque en unos meses tendremos también las generales y algún faccioso tendrá que quedar bajo tierra para poder excitar los ánimos con una nueva superproducción. Esta se rodará en Cuelgamuros y ustedes dirán, pero si Primo Rivera es también una víctima de la Guerra Civil, pero según la Ley de Memoria Democrática no puede ocupar el lugar preeminente que hoy ocupa su tumba en la basílica. En este cuentan con el acuerdo de la familia. En la exhumación, no en que se haga como acto de campaña electoral. La verdad es que es una maniobra tan burda que se le ven las intenciones a la legua, tanto que se vaya a ejecutar el 24 de abril como que se haya anunciado hoy: el día más oprobioso para el Gobierno de coalición.
Han tenido que pasar siete meses, se han tenido que dictar un millar de rebajas a violadores para que el PSOE se dignara a aceptar la ayuda del Partido Popular para corregir la ley más nefasta de toda la legislatura, lo que no es poco decir. Ha ocurrido en una sesión que ha dado momentos tan significativos. Se podía seguir en directo sin necesidad de escuchar nada de lo que se decía en el hemiciclo, como si fuera una película de cine mudo. El PSOE acomplejadísimo porque el PP tuviera que acudir en su rescate, las dos ministras de Podemos Montero y Belarra solas en la bancada del gobierno, vestidas de morada, abrazadas como si fueran una víctimas, enfrente aplaudiendo en la distancia Yolanda Díaz.
La división del Gobierno en esto de la Ley del "Sólo sí es sí" es tan delirante que dentro del Gobierno se han dado hoy todos los tipos de votación posible. Se trata de un ley que afecta a algo tan esencial como la libertad sexual, los derechos de las mujeres y las garantías procesales. Una vicepresidenta ha votado en contra, Yolanda Díaz, como las ministras Ione Belarra e Irene Montero que se abrazaron purpuradas y solitarias en la bancada del gobierno. Los ministros socialistas votaron con el PP, a favor. Y lo más sorprendente de todo ha sido que Pedro Sánchez se ha abstenido. Ha sido una de estas ocasiones en las que él opta por sobrevolar la coyuntura y asumir una postura meramente representativa. Quizás él cree que esto le libera de toda la responsabilidad, pero es exactamente lo contrario. Para la historia quedará lo que figura en el diario de sesiones y es que el Presidente voto y celebró la ley que permitió un millar de rebajas a delincuentes sexuales y no votó y se ausentó cuando había que aprobar la proposición socialista que había de enmendarla.
El proyecto de ley salió de su Consejo de Ministros. Lo aprobó él. La proposición para enmendarlo la presentó el grupo socialista en el Congreso, no su Gobierno, de manera que lo apropiado sería hablar de la Ley Sánchez y como mucho de la proposición Llop, porque él ni siquiera la ha votado. El papelón de defender la posición socialista le ha correspondido a la diputada Andrea Fernández, que ha hecho lo que ha podido, lo que pasa es que esta peculiar forma de agradecer el apoyo del PP tiene una fácil respuesta.
Aunque, si de aprovechamiento hablamos qué más obsceno aprovechamiento de un tema tan sensible como es la violencia sexual que redactar a marchas forzadas un proyecto para que su presentación coincida con las marchas del 8M. Y encima que la ley salga defectuosa, ¿quién sabe si agravado por la premura con la que ha sido elaborada? ¿Dónde estaba Pedro Sánchez que no ha podido acudir a esta importante sesión parlamentaria? Pues como vaticinaba Juanma Moreno, ha acudido raudo a visitar las marismillas del Parque Natural de Doñana.
Hoy han coincidido en Huelva Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez. Ahí también se juega una batalla crucial en las próximas municipales. Entre otras cosas, está en juego la diputación en Huelva, en manos de los socialistas desde 1979. Y a pesar de la espectacularidad de Producciones Moncloa y de las consignas que repite Sánchez, hay una cierta preocupación entre todos aquellos alcaldes socialistas de localidades donde se han autorizado los regadíos. Hablamos de municipios donde el 60% vive de la agricultura. Y claro tienen una visión mucho más matizada de la legislación que está promoviendo el PP de Juanma Moreno. El otro día escuchábamos en la Brújula al alcalde de Rociana del Condado, hoy ha sido muy interesante escuchar al alcalde Moguer en Más de uno. Gustavo Cuella ha hablado con Alsina y daba gusto escucharle porque lo hacía con un tono bastante más constructivo y más apegado a la tierra.
Si tan preocupado está Pedro Sánchez quizás podía haberse reunido con el presidente andaluz para ver si lo arreglaban. Se lo llevan pidiendo desde hace tiempo a Teresa Ribera. Pero no, él ha preferido seguir difundiendo la especie a golpe de consigna de que la agricultura en Huelva está poniendo en peligro un ecosistema único. De lo que se queja el gobierno andaluz es que el interlocutor único con la Comisión Europea es el gobierno central y por eso la Junta no puede hacer prevalecer su versión. a UE vuelve a posicionarse en contra del proyecto de ley en Andalucía sobre el regadío en Doñana. La Comisión Europea reiteró por escrito que dicha norma "podría contravenir la legislación medioambiental comunitaria" y avisó de que Bruselas tiene obligación de garantizar con "todos los medios disponibles" que esta se respeta en España. "De aprobarse en los términos anunciados, esta propuesta legislativa podría contravenir la legislación medioambiental comunitaria aplicable", indica el comisario europeo de Medioambiente, Virginius Sinkevicius, en una respuesta escrita a una pregunta parlamentaria cursada por los eurodiputados socialistas César Luena y Javi López.
Alberto Núñez Feijóo le ha pedido a Pedro Sánchez que deje de manosear Doñana con un interés electoral que no ayuda a la conservación del paraje natural y perjudica a los agricultores de la provincia