Tras el Gobierno de Rusia hay un enjambre de oligarcas que parecen el Consejo de Administración de la Federación. Muchos de estos oligarcas eran funcionarios soviéticos que aprovecharon el colapso de la URSS para hacerse con las mejores porciones del pastel. Las empresas soviéticas eran una ruina pero había algunos sectores donde con habilidad podían hacerse multimillonarios: los recursos naturales y las finanzas.
Al fin y al cabo Rusia es el país con más recursos naturales del mundo, petróleo gas, metales, oro, y los ciudadanos y las empresas siempre necesitan un banco a mano para dejar sus ahorros o como canal de inversiones
Los oligarcas rusos comienzan a ponerse nerviosos. No tanto por las bombas que caen sobre Kiev o Jarkov. Se ponen nerviosos porque les caen encima sanciones internacionales y confiscaciones. Lloran por sus yates requisados y por no poder ir a los entrenamientos de sus equipos de fútbol.
Esto que puede ser una anécdota traduce una inseguridad en la oligarquía que rodea el Kremlin. Aún es más duro que Occidente, su gran cliente, deje de comprar gas o petróleo. El mercado va más allá que los gobiernos. Se acelera el goteo de multinacionales que se marchan de Rusia, de Mango, IKEA, Volvo, Nike o Galp que deja de comprar petróleo y gas ruso
El rublo se hunde cada vez más
Rusia conseguía mil millones de euros al día con la venta a Europa de gas y petróleo. Un dinero que comienza a menguar. El rublo se hunde de nuevo en los mercados internacionales. Las agencias de raitings consideran a la deuda rusa bono basura. Y como se estrecha la oferta de gas y crudo estos suben en los mercados internacionales.
El gas ha llegado a rozar los 200 euros el megavatio hora y el petróleo ha superado los 120 dólares el barril. Las gasolinas marcan nuevos récords y electricidad en España, en el mercado mayorista, ha llegado a superar los 400 euros el megavatio, entre las ocho y las nueve de la noche
El Gobierno repliega velas en la reforma fiscal
La bolsa cae un 3 ,72% a mínimos del 2021. Con esta situación, el Gobierno repliega velas en la reforma fiscal. La ministra María Jesús Montero dice que ahora no toca subir impuestos tras recoger el informe de los Expertos que proponen aumentar los impuestos a los carburantes, unos 15.000 millones.
Defienden el impuesto de Patrimonio y obligar a subir tributos en comunidades como Madrid. También abogan por establecer peajes en las carreteras y para entrar en el centro de las ciudades y elevar el IVA. El presidente de los expertos propone hacer todo de manera gradual, primero la recuperación.
Y entre medias, el Gobierno también quiere sentarse con los agentes sociales en la negociación salarial tras impulsar un pacto de rentas. Al final, el Ejecutivo puede terminar